Rusia se toma la revancha

Rusia se tomó una apretada revancha de todas las derrotas sufridas ante España en los últimos años y le quitó el título europeo de fútbol sala. Necesitó su mayor precisión en los penaltis, donde el portero Jesús no estuvo afortunado ante los altos disparos de los rusos, y tanto Riquer como Joan fallaron sus lanzamientos, al permitir a Denissov parar sus dos tiros flojos. El portero ruso había sido el gran valladar en el primer tiempo, cuando España sólo pudo sacar fruto de su dominio con un gol de Lorente a los siete minutos. De haber victorias por puntos, el equipo español puntuó más en todo el partido y la prórroga, pero la efectividad rusa fue tanta o más.España comenzó la final con un gran ritmo y apoyada en una defensa muy sólida, completada con Jesús bajo los palos. Ferreira, en esos momentos, mantuvo a raya a la figura y goleador del torneo Eremenko, que entonces ya sumaba 10. El propio Ferreira había rematado al palo, y Javi Sánchez había tenido otra gran ocasión, pero el partido parecía controlado por los dos equipos que daban pocas concesiones a su rival. Prevalecían las defensas sobre los ataques, y así Rusia sólo tuvo una gran ocasión en los primeros 20 minutos a cargo de Tkatchouk, el otro gran talento ruso. Pero en la segunda parte el partido se desbocó. Llegaron cinco goles y casi seguidos en sólo siete minutos. El juego fue de una portería otra con ocasiones continuas y a una rapidez casi insólota para el demasiadas veces muy aplomado fútbol sala de élite. A una oportunidad de un equipo sucedía la de otro. Riquer fue el primero en poner a prueba en la segunda parte a Denissov, quien, al igual que Jesús en la otra portería, tuvo una gran actuación en la final y en todo el campeonato. Pero la calidad rusa se impuso. Belyy dio la primera alegría de la final a su equipo, al empatar el encuentro y demostrar que a España le iba a costar mucho revalidar el título continental. El equipo de Javier Lozano se encontró con otro gran problema, ya que con 9 minutos por delante ya había cumplido su quinta falta, a sólo una de empezar Rusia a utilizar el punto del penalti a doble distancia. Ello mostraba las dificultades defensivas para detener el buen juego ruso.

En el minuto 32, por ejemplo, el poste, la fortuna y Jesús salvaron a España del gol por tres veces consecutivas. Pero fue el principio del fin, el comienzo de la mayor locura. Tras un tiempo muerto de Javier Lozano, Alekberov adelantó a su equipo (1-2), Javi Sánchez empató (2-2), Eremenko volvió a deshacer la igualada (3-2) de penalti a doble distancia, y Lorente volvió a empatar (3-3) y todo eso, cuatro goles, en apenas dos minutos de juego.

Con ese resultado terminó el tiempo reglamentario de 40 minutos, por lo que hubo prórroga, dos tiempos de cinco minutos y gol de oro, es decir, que todo podía terminar con un tanto. Ya pudo hacerlo Tkatchuk, que estrelló el balón en el larguero en la mejor ocasión para Rusia, si bien Joan también tuvo dos balones claros que Denissov sacó.

Todo debía decidirse en los penaltis, donde no sólo influye la suerte, sino tirarlos bien. Y Rusia, justo es reconocerlo, lo hizo mucho mejor.