EL EMBARAZO DE SARAMAGO

El premio Nobel José Saramago dejó claro en Cáceres que no está por la labor de quedarse embarazado, por mucho que las técnicas den esa opción al varón. Aunque matizó que "sería una experiencia interesante para el hombre. Sobre todo porque ahora ni siquiera se puede decir que el hombre no esté preparado para ello. Si las mujeres, que sí están preparadas para parir, ya no lo hacen porque se extrae al niño con una cesárea...". Y añadió: "Mire, yo interesado no estoy porque a esta edad ya no me arriesgo a aventuras de ese tipo". Luego, mirando hacia Pilar, su mujer, expuso un argumento convincente: "Hay algo que tengo que añadir, y es que mi mujer no permite que yo engorde un kilo más". El escritor portugués, que reunió en la ciudad extremeña a 1.500 personas que abarrotaron el Auditorio de Cáceres para escucharle hablar de La alternativa al neoliberalismo, minutos antes de la charla continuó reflexionando con los periodistas: "Nos acostumbramos a todo. En una pareja en que la mujer, por un motivo u otro, no pudiera tener hijos, y el hombre sí, pues sería algo nuevo; pero iría en contra del plan divino, porque Dios no ha querido eso". ¿Y qué hace un comunista como usted hablando de Dios?, se le inquirió: "Pero es que yo hablo de Dios con mala leche", puntualizó. A su lado, el coordinador nacional de Izquierda Unida, Julio Anguita, le lanzó una mirada cómplice.- CLEMENTE,