_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Un poco de tiempo

Javier Arenas, nombrado secretario general del PP por José María Aznar, ha nombrado a Teófila Martínez presidenta del PP andaluz, y si bien la decisión de nombrar a Arenas es de Aznar, sin discusión, no está tan claro para muchos el que Teófila Martínez deba su nuevo cargo a la decisión única y personal de Javier Arenas. De lo que pasa dentro de los partidos se suele tardar en saber, sobre todo si se deslumbra inteligentemente con decisiones sorprendentes, cargadas de ruido y apariencia, precisamente para no dejar ver lo que en realidad ocurre. A medida que van pasando los días, el nombramiento de Javier Arenas como secretario general del PP se va pareciendo más a una decisión deslumbrante de Aznar que a un ascenso real del ex ministro y ex presidente del PP andaluz. Entre otras de las decisiones personalísimas y poderosísimas de Aznar están las tomadas en la primera reunión de la nueva ejecutiva, según las cuales, Pío García Escudero presidirá el Comité de Campaña y Ángel Acebes el Comité Electoral Nacional, máximo responsable de la elaboración de las listas. Si a ésos se añade el nombre de Rafael Hernando como portavoz del partido, inquieta pensar que le ha dejado Aznar a Arenas para lucirse; sobre todo es posible que esté empezando a inquietar a quien ha ocupado un primer plano brillante en la vida política nacional gracias a su labor en el Ministerio de Trabajo y a las simpatías que despertó entre los medios de comunicación de la capital. Los más malvados aseguran que tanta simpatía ha sido lo que le ha perdido, que Aznar, con su golpe de efecto al nombrarlo secretario general, ha consumado una operación casi de sublime inteligencia política, porque, con un aparente ascenso aplaudido y celebrado incluso por el propio interesado, ha logrado en el fondo quitarle todo el poder en Madrid y Andalucía, donde ha colocado, de acuerdo con su amigo y más querido ministro, Rodrigo Rato, a la leal Teófila, una mujer sin complejos ideológicos, de derechas sin más, trabajadora y segura, que desmantelará la organización de Arenas sin más problemas que el de tener que dejar pasar un poco de tiempo. Claro que todo esto puede ser así, o no. Pero para saberlo hay que dejar pasar un poco de tiempo.MARÍA ESPERANZA SÁNCHEZ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_