Jornada de luto sobre dos ruedas

Álex y David murieron en una carretera sin arcén. A estos jóvenes ciclistas los arrolló un vehículo el pasado 11 de enero cuando bajaban las estrechas rampas que unen Olocau y Bétera. Hasta allí pedalearon ayer miles de personas (6.000 según la organización) para depositar un ramo de flores y denunciar que los "usuarios más frágiles de las carreteras" se juegan la vida a diario por la falta de arcenes y los conductores que les adelantan rozando el manillar. Ayer no hubo maillots ni premios de la montaña en juego. Se suspendieron las carreras programadas en diversos puntos de la Comunidad Valenciana para que toda la familia del pedal pudiera rendir homenaje a las últimas víctimas de este deporte y reclamar mayores medidas de seguridad. "Que no tengamos que llevar flores a ninguna otra curva", anhelaba una voz desde la megafonía. El multitudinario pelotón partió de la Universidad Politécnica de Valencia sobre las nueve de la mañana. El rector Justo Nieto, ciclista apasionado, acompañaba aquel fatídico domingo a los dos fallecidos. La etapa de duelo comprendía 70 kilómetros por las carreteras de Montcada, Náquera y Bétera. A media mañana, mientras el pelotón aguardaba en la explanada del cuartel de Bétera, los familiares y amigos de Álex y David se acercaron al funesto punto kilométrico 2,9 de la subida a Olocau, donde dejaron las flores y guardaron un minuto de silencio. La tragedia ha desgarrado a las dos familias. Los hermanos de Álex, medallistas en diversas pruebas ciclistas, han abandonado sus prometedoras carreras. El padre, Ricardo Pons, director deportivo del grupo en el que corrían sus hijos, dice que la única relación que mantendrá su familia con el mundo de las bicicletas será la creación de una plataforma para luchar contra la inseguridad que sufren de los ciclistas. Al término de la etapa, en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, se leyó un manifiesto que reclamaba carriles bici en las carreteras más transitadas por ciclistas y campañas para concienciar a los conductores. Uno de los participantes, el atleta Recaredo Agulló, venció su miedo a las bicicletas (no subía a una desde que sufrió un percance hace 10 años) como homenaje a su cuñado. Un coche lo arrolló mientras pedaleaba por otra estrecha carretera.