El Barça gana un partido épico
Los azulgrana se imponen por penaltis al Prosesa y jugarán la final contra el Portland
La confianza en la calidad propia hizo que el Barcelona remontase ayer, ganando por penaltis, una lucha épica contra el Prosesa Ademar de León. Bajo el mando de dos virtuosos -el croata Patrik Cávar y Alberto Entrerríos, de 22 años, respectivamente-, ambos equipos ofrecieron numerosos momentos de balonmano excelso. El Barça se enfrentará hoy (13.30, Canal+) al Portland San Antonio, que se impuso en la prórroga de la otra semifinal al Caja Cantabria por 30-28. Aunque sólo fuera por la primera parte, el encuentro ya hubiera sido memorable. Probablemente, los azulgrana se pasaron de motivación tras su derrota de hace dos meses ante el mismo adversario en la Copa Asobal: es el único motivo lógico de los inconcebibles fallos de Masip, Guijosa y Urdangarín en los minutos iniciales. Por el contrario, el Ademar había logrado esa mezcla mágica de garra, ilusión y serenidad que permite rendir al máximo. Y como es un conjunto temible, incluso para el mejor del mundo, se fue en el marcador hasta un 3-9 en el minuto once que nadie podía esperar.
BARCELONA 31
PROSESA 31Barcelona: Barrufet (portero), Guijosa (), Masip (5, 2 de penalti), Cavar (12, 3 de p.), Shepkin (1), Urdangarín (2), Ortega (1) -equipo inicial-, Garralda (6), O"Callaghan, Dedu (4), Lozano y Svensson (portero). Excluidos: Ortega, Urdangarín (descalificado), y Guijosa. Prosesa Ademar: Hombrados (portero), Entrerríos (14, 2 de p.), Pérez Canca (2), Colón (3), Juancho Pérez, Fernando Hernández (2), Králjic (3) -equipo inicial-, García (3), Garabaya, Démovic (4), D. Pérez y Torrego (portero). Excluidos: Juancho Pérez (2), Fernando Hernández, Colón y Garabaya (2). Árbitros: Amigó y Costas. Marcador cada 5 minutos: 1-4, 3-8, 6-10, 9-12, 12-15, 13-17 (descanso), 15-19, 19-22, 22-24, 24-26, 27-27, 30-30 (prórroga) y 31-31. Penaltis: 4-2. Primera semifinal de la Copa del Rey en el Pabellón Pisuerga de Valladolid. La infanta Cristina estuvo entre los 3.000 espectadores.
Valero Rivera había consumido bastante antes (1-4) su primer tiempo muerto. También hizo varios cambios, pero sólo el del pivote -entró el rumano Dedu por Shepkin- produjo un efecto evidente: la diferencia se redujo varias veces hasta tres goles. Pero no más porque Entrerríos intensificó entonces su derroche de talento, valentía, inteligencia y eficacia, que no terminó hasta los penaltis decisivos. En el otro bando, sólo la maestría de Cávar y los zambombazos de Garralda permitían que el Barcelona se mantuviera a una distancia razonable.
Tras varios cambios tácticos de Rivera y un paulatino declive del equipo leonés -que acusó las ausencias por lesión de Panadero y Benes- en la segunda mitad, el Barcelona empató por primera vez a falta de 8 minutos. LLegó entonces la descalificación de Urdangarín, que acusó visiblemente a Juancho Pérez de exagerar el efecto de un golpe. Nuevos bríos para el Ademar y para Entrerríos, que falló por pocos centímetros lo que hubiera sido un gol antológico en el último minuto. Tras la prórroga de cinco minutos, Entrerríos volvió a errar ante el famoso parapenaltis Barrufet, y Masip dio la puntilla. Rivera felicitó al Ademar "por su partidazo" y a su equipo por la constancia.
El preparador azulgrana acostumbra a hacer un gran fichaje por temporada con el doble objetivo de reforzarse y debilitar a los rivales. El último fue Demetrio Lozano, que era la estrella del Ademar el año pasado. Aunque es muy peliagudo quitar a alguien de la colección de ases del Barcelona, Entrerríos puede estar en su punto de mira: no es un diamante en bruto, ya está pulido; ayer marcó 14 goles.
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