Villar dice que la ley impide pagar a los clubes por ceder a sus internacionales

El presidente de la Federación de Fútbol, Ángel María Villar, aseguró ayer en Santiago de Compostela, donde se reunió su junta directiva, que la Ley del Deporte no permite el pago de ningún tipo de remuneración a los clubes por ceder a sus jugadores a la selección. Villar salió así al paso de las pretensiones de varios presidentes de clubes, entre ellos el del Real Madrid, Lorenzo Sanz, que quieren percibir dinero por ese motivo y han barajado la cifra de unas 300.000 pesetas por jugador y convocatoria en el equipo nacional.Villar hizo su interpretación personal de la Ley del Deporte, pues en ninguno de sus artículos aparece expresamente tanto el abono de dinero a los clubes como su prohibición por ceder jugadores al equipo nacional. La Ley, en sus artículos 33 y 47, se limita a señalar que la Federación tiene competencia para elegir a los jugadores y que éstos tienen la obligación de asistir a la convocatoria del seleccionador. Falta por regular el desarrollo del decreto de federaciones que prevé la posibilidad de que los clubes perciban una remuneración por ese concepto.

El presidente de la Federación incidió en el hecho de que "el fútbol español, representado en su asamblea, ya hace mucho tiempo que se pronunció en contra de que los clubes reciban dinero por ese capítulo". "Es cierto", añadió Villar, "que, intencionadamente, se ha trasladado a la opinión pública que hay alguna federación nacional en Europa que paga por los jugadores seleccionados". Puso el ejemplo de la federación de Francia, pero aclaró: "Ese organismo recibe todas las cantidades de las quinielas y parte o todos los derechos de la venta de partidos televisados de los clubes". "Es decir", amplió el presidente de la federación española, "recibe todo el dinero y, por lo tanto, paga. Pero aquí hay otra fórmula de financiación muy diferente. Nosotros no recibimos un porcentaje de las quinielas como lo hace el fútbol profesional, lo que yo defiendo. Nosotros no recibimos una peseta y, por lo tanto, el que no ingresa no paga".