ENDIKA ZULUETA ABOGADO "La okupación es delito porque crea un conflicto al Estado"

Se dedica a la defensa de personas y colectivos que, como los okupas, practican la disidencia y tienen problemas legales por ello. Endika Zulueta, letrado y miembro de la Asociación Libre de Abogados, lo hace "como todo aquel que se dedica a estos temas que tienen un gran componente ideológico", por "afinidad y simpatía" hacia sus defendidos. Pregunta. ¿Con qué argumentos se puede defender la okupación? Respuesta. Empezando por los derechos fundamentales constitucionales y siguiendo con la crítica de que un Estado que se llama democrático no puede penalizar una conducta que socialmente está aceptada o que por lo menos no es tan criticada como para que merezca un reproche penal. P. Siempre se contraargumenta que existe un conflicto entre el derecho a la vivienda y a la propiedad privada. R. Ese conflicto es ficticio. La Constitución reconoce una serie de derechos fundamentales como son la vivienda, al trabajo, a la sanidad y la educación. En cuanto el Estado los reconoce, está obligado no sólo a crear los mecanismos para que todos los ciudadanos puedan acceder a ellos, sino también a impedir cualquier obstáculo que se oponga a ellos. Y lo que está haciendo es justamente lo contrario. P. ¿Por qué lo dice? R. Desde las instituciones públicas no sólo no se intenta evitar la especulación con la vivienda, sino que se fomenta. Lo vemos, por ejemplo, en la información que dan de cuándo es un buen o un mal momento para invertir. El conflicto no está, por tanto, entre el derecho a la vivienda y a la propiedad privada, sino entre la especulación con los derechos sociales y los derecho sociales. Y está claro de que son los segundos los que deben salir ganando. P. Lo plantea como si la okupación persiguiera sólo un techo. R. No, no es cierto. Cuando se ocupa se hace fundamentalmente por dos motivos. Uno es por tener un techo, pero también se persigue otra finalidad importante: llamar la atención de la opinión pública acerca de las dificultades que tienen muchos sectores para acceder a los derechos sociales. Se lucha, por tanto, porque ese debate salga a la calle, y no sólo para conseguir una vivienda, que también es importante, sino por un cambio radical del modelo social que tenemos. P. ¿Es esto un fenómeno novedoso? R. Ocupar se ha ocupado siempre. Lo que ocurre es que desde hace unos años presenta una connotación política novedosa. Por eso ahora es delito, cuando no lo era ni con Franco. El que la gente pueda ir a la cárcel por ocupar es un invento del nuevo Código Penal. ¿Por qué precisamente ahora? Pues porque es ahora cuando se hacen públicas, porque tienen un carácter político y porque crean un conflicto al Estado.