Air Products: "Romaní nos dijo que el pago de 1.344 millones a Banesto se hiciera en Suiza"
James McMahan y Ronaldo Sullam, dos altos ejecutivos de la multinacional estadounidense Air Products en Europa, declararon ayer en su calidad de testigos en el caso Banesto que Arturo Romaní les dio instrucciones en marzo y abril de 1990 para pagar 1.344 millones de pesetas a Banesto a través de una cuenta bancaria suiza, en lugar de hacerlo directamente al banco en España. Ese dinero, que pagaba la compra a Banesto de una opción por el 5,9% del capital de Carburos Metálicos, lo tiene una fundación en Liechtenstein. La operación es calificada como presunta apropiación indebida.
McMahan, vicepresidente de asuntos jurídicos, no se anda con rodeos. Sus respuestas son casi siempre precisas. Su inglés es endiabladamente americano, tanto que a veces la eficaz intérprete de la Audiencia Nacional tuvo que pedirle una repetición o consultarle sus respuestas paso a paso. Su versión de los hechos, a preguntas del fiscal, fue la que ya ofreció cuando declaró como testigo, en 1995. Después de estar a la greña, en 1989, Air Products y Banesto decidieron sentarse a negociar en enero de 1990 sobre el poder accionarial y el futuro de la empresa Carburos Metálicos. Durante 1989, Banesto tenía un 18% de la compañía y Air Products un 23%.
En aquellos años, Mario Conde y Jacques Hachuel idearon una operación de tiburoneo financiero de Carburos Metálicos. ¿Cómo? Con la emisión de unos derechos (warrants) a suscribir acciones de Carburos Métálicos por un 18%, todo lo que tenía Banesto en 1989. Hachuel, en connivencia con Banesto, se los quedó a través de la sociedad Euris.
Lo primero que intentó, como buen chantajista verde (color del dólar) como llaman en Estados Unidos a los financieros que utilizan una posición accionarial para obligar al otro a comprarla con una prima, fue que Air Products adquiriese los derechos, pero tras unas negociaciones no se llegó, por razones de precio, a ningún acuerdo. Hachuel, asimismo, ofreció a otros competidores los famosos warrants. Pero como Air Products estaba dentro de Carburos Metálicos, con un 23%, entrar comprando los derechos de Hachuel era una aventura. El Banesto de Conde y Hachuel dieron un viraje copernicano. Se llenaron hasta las cejas de más acciones de Carburos (compraron al Santander, al Central y al Hispano) y forzaron la negociación con Air Products. Banesto recompró a Euris (Hachuel) con una comisión para esta sociedad y acto seguido acordaron la paz con Air Products. Los presidentes de Banesto, Mario Conde, y de Air Products, Dexter Baker, se reunieron en el banco. Allí acudieron entre otros Ronaldo Sullam, de la multinacional, y Romaní y Rafael Pérez Escolar. Conde y Baker hicieron el acuerdo de principio. Sullam, Romaní y Pérez Escolar negociaron las condiciones. El 4 de abril de 1990 se firmó el contrato. Air Products pagaba 1.344 millones por una opción al 5,9% del capital de Carburos Metálicos que Banesto cedía. En el último momento, a la hora de pagar, según declararon ayer McMahan y Sullam, Romaní les pidió que pagasen a Banesto en una cuenta bancaria de un bufete de abogados.
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