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Los bomberos exigen medidas contra el fuego en el rascacielos incendiado

Los Bomberos de Barcelona exigirán a la comunidad de propietarios del rascacielos de la plaza de Urquinaona de Barcelona que adopte una serie de medidas para hacer frente con garantías a futuros siniestros. El miércoles por la tarde, un voraz incendio calcinó tres de las 22 plantas del inmueble. La fortuna quiso que no hubiera víctimas -sólo cuatro personas resultaron heridas de levedad-, pero los daños materiales son cuantiosos. Ayer, mientras los bomberos buscaban las causas del fuego, la mayoría de las empresas intentaban poner orden en el caos que dejaron las llamas y el agua.

El incendio, que se originó en una oficina en la que había abundante material textil y se propagó con gran rapidez porque prendió en unos depósitos de disolvente, no dañó la estructura del edificio, aunque deformó dos vigas de hierro de la planta 12ª. Como el rascacielos es de primeros de los años setenta, época en la que la legislación contra incendios no estaba desarrollada ni era tan exigente como la actual, no se le pueden aplicar de forma retroactiva las normas de hoy. Pero ya que el edificio tiene que ser reformado para arreglar los desperfectos del fuego y estas reformas requieren licencia municipal, los bomberos, asegura su director, aprovecharán esta circunstancia para exigir a los propietarios que adopten una serie de medidas antiincendios. La normativa municipal, una de las más exigentes de España, señala que se debe aprovechar el momento en que se pide una licencia de obras o un cambio de actividad en un edificio antiguo para exigir que se tomen en él medidas contra el fuego. Jordi Murtra, que precisó que los bomberos tienen catalogado el edificio como de alto riesgo por su altura, añadió que, además de lo que dictamine el exhaustivo informe que realizan sus hombres, en el rascacielos habrá que instalar detectores de fuego y señalización e iluminación de emergencia en los lugares comunes, y que se tendrá que reformar la escalera de emergencia del inmueble, que no tiene salida a la altura de la segunda planta. Murtra explicó que las causas iniciales del incendio todavía se desconocen y que sus hombres y los agentes de policía científica del Cuerpo Nacional de Policía están buscando pruebas para determinar qué desencadenó el fuego: "Pudo ser cualquier cosa, desde una colilla a un ordenador. El despacho en el que se inició el fuego está tan calcinado que, de momento, es difícil precisar la causa inicial del incendio. Lo que sí hemos descartado es la calefacción, porque estaba apagada".

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