Hallados muertos a tiros cinco albaneses en el suroeste de Kosovo

Los cadáveres cosidos a tiros de cinco albaneses, entre ellos dos menores, fueron hallados ayer en un camión en el suroeste de Kosovo, dificultando aún más el esfuerzo internacional para frenar la nueva oleada de violencia en la provincia separatista serbia. El grave incidente, el más violento registrado desde la matanza de 45 albaneses en el pueblo kosovar de Racak, hace 11 días, se produjo tras un supuesto bombardeo de las fuerzas serbias.

Les House, un observador de la Misión de Verificación para Kosovo, de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), informó ayer que los albaneses "sufrieron impactos de armas pesadas y sus cuerpos quedaron casi destrozados". Los cuerpos sin vida de dos chicos, de 10 y 12 años, fueron localizados junto al de un hombre encima de un remolque que llevaba maíz. Los cadáveres de otro hombre y de una mujer yacían en la cabina del camión y presentaban heridas múltiples en la cabeza.

Fuentes serbias en Pristina, por su parte, reconocieron que las víctimas habían recibido disparos de fusiles de asalto y de armas pesadas. Las autoridades serbias de Kosovo también afirmaron que el incidente ocurrió en una zona actualmente controlada por las fuerzas del Ejército de Liberación Kosovar (ELK).

Entretanto, los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea no demostraron ayer en Bruselas un gran entusiasmo ante la propuesta planteada por Estados Unidos en la OTAN para mantener la amenaza bélica contra Slobodan Milosevic. Washington quiere que la OTAN ponga en marcha un ultimátum para obligar a Belgrado a sentarse a negociar con los albano-kosovares.

El Gobierno yugoslavo confirmó anoche que la procuradora del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia, Louise Arbour, podrá viajar al país para investigar sobre el terreno. El ministro de Justicia yugoslavo, Zoran Knezevic, descartó que esto suponga una amenaza para sus propias investigaciones en Kosovo.