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Reportaje:

Una ex 'miss', rival de Netanyahu

Pnina Rosemblum, empresaria de cosméticos, crea un partido para competir en las elecciones de Israel

No es una desconocida. Pnina Rosenblum, de 44 años de edad, casada con un hombre 12 años más joven que ella y madre de dos hijos adoptivos, se ha convertido desde hace una semana en contrincante de Netanyahu, es decir, en candidata a jefe de Gobierno en Israel, en las elecciones generales que se celebrarán, en su primera vuelta, el próximo 17 de mayo.Pnina, para intentarlo, acaba de fundar su propio partido, contando para ello con la suculenta fortuna que ha acumulado tras cerca de veinte años de trabajo continuado al frente de su firma de cosméticos y lencería, donde el producto con más éxito son unas medias bautizadas con el mismo nombre que su creadora: Pnina Rosenblum.

Pero mucho antes de que Pnina Rosenblum, con un préstamo de 10.000 dólares otorgados por una amigo de Nueva Jersey (Estados Unidos) , empezara a construir a los 25 años su imperio de cosméticos y lencería, era ya una mujer ensalzada y admirada por todos los israelíes tras haber logrado ser coronada reina de la belleza, cuando tenía sólo 17 años, en un concurso local patrocinado por una desaparecida publicación cercana al corazón, lo que le abrió de par en par las puertas del mundo de la moda.

Pnina Rosenblum, hija de un humilde emigrante originario del Kurdistán iraquí y que creció en uno de los suburbios más pobres y marginados de Tel Aviv, se ha convertido en las dos últimas décadas en el ejemplo inalcanzable de una sociedad configurada, como lo hizo ella, por emigrantes. Protagonista infatigable de la crónica mundana de Tel Aviv, donde posee un lujoso chalé reputado por su mal gusto y sus detalles kitchs, desveló hace poco más de un año a una cadena de televisión israelí su intención de irrumpir en la vida política, con sus propias ideas, presentándose a los siguientes comicios generales. Había comentado, en concreto, que quizás entraría en política hacia el año 2000.

"Soy partidaria de la paz. Esto es lo más importante para mí", aseguraría Pnina Rosenblum de manera genérica, sin llegar a precisar su postura ni comprometerse con ninguna de las opciones políticas que en su país trataban dolorosamente de hacer avanzar o de atascar el proceso de paz con los palestinos. Aquellas primeras manifestaciones políticas de la ex reina y empresaria de éxito servirían, sin embargo, para dejar claro que su proyecto político está configurado por ideas todavía no muy precisas. "El pueblo me admira, porque crecí en una choza y lo hice todo con mis propias manos", afirmó hace pocos días Pnina a la prensa local, a la que trataba de justificar su presencia en los comicios generales, donde también reconocía, sin embargo, sus escasas posibilidades de éxito.

Al explicar su decisión, ha precisado que tal vez la gente busca rostros nuevos en la política y "aprecia a las personas que han surgido desde abajo". También, que ha recibido muchas cartas de personas que le han animado a presentarse a la convocatoria electoral de mayo. "He decidido dar el paso porque soy muy independiente y por eso he fundado mi propio partido.

Pnina Rosenblum necesita 65.000 votos para sentarse en un Parlamento constituido por 120 miembros, de los que un 90% acostumbran a ser hombres. Pero quizás esta emprendedora belleza consiga un golpe de suerte y logre que un día su nombre aparezca junto con las de esas cuatro mujeres que a lo largo de estos cincuenta años de historia han logrado ser ministros en un Gobierno de Israel.

La reina de las medias es, para muchos israelíes, el contrapunto innecesario de una mujer histórica, Golda Meir, que sirvió desde la formación laborista a todos los partidos de Israel como ministro de Trabajo, de Asuntos Exteriores y finalmente como primer ministro desde 1969 a 1974, en un Gobierno de Unidad Nacional. La imagen antifeminista y tosca de aquella mujer, nacida en la Unión Soviética y formada en un kibutz, sirvió de excusa para los más groseros y descarnados chascarrillos jocosos, en los que se llegó a asegurar que fue "el único hombre de su Gabinete". Algo que no le sucederá nunca a esta ex reina de la belleza.

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