"El público no se acostumbra a ver actores con muletas"
Después de asistir a un cursillo de interpretación y teatro junto con otros discapacitados, decide que las bambalinas van a ser su futuro. Lo que en un principio se inició como alternativa para matar el tiempo libre se convirtió, sin saber cómo, en la actividad que ahora le permite sentirse profesional y vivir de ella. Tras un año de aprender arte dramático y expresión corporal nace el proyecto El Tinglao, donde participa con 10 actores, la mitad minusválidos, con la intención de crear el primer grupo de teatro de integración que sirva, además, para entrar en los circuitos habituales: Festival de Otoño y salas alternativas.Tienen tres proyectos y más de tres años de experiencia, pero no terminan de salir de los festivales, congresos de discapacitados y de las obras benéficas.
Pregunta. ¿Es difícil hacer teatro con personas con discapacidad?
Respuesta. Para representar a un personaje inventado da igual que el actor sea o no discapacitado. Lo que sucede es que la gente no está acostumbrada a ver a un tío con muletas en el escenario.
P. Porque el teatro hecho por discapacitados no vende.
R. Y así te cierran la posibilidad de demostrar tu trabajo. Desde todos los sectores sociales se cree que nuestras obras son el típico festival de final de curso o la obrita benéfica. Sin embargo, cuando nos ven se dan cuenta de que en la tarima hay verdaderos profesionales. Falta esa confianza inicial.
P. ¿Cree que la sociedad actual asume realmente que convive con discapacitados?
R. En absoluto. Tengo amigos personales que me conocen perfectamente y que todavía se sorprenden cuando una actriz de la compañía se arrastra por el escenario porque no tiene otra forma de moverse. En el teatro creo que estamos ante una integración falsa y que la gente se mueve más por el morbo que por ver verdaderos profesionales.
P. El Ministerio de Cultura, ¿qué tal?
R. Mal. Mientras nos sigan encuadrando en Servicios Sociales no se producirá la verdadera normalización.
P. ¿Cómo debería de ser entonces?
R. En nuestro caso nos han encuadrado en Servicios Sociales, cuando nuestra actividad no lo es. No estamos en contra de actuar por alguna causa benéfica, pero creo que deberían ayudarnos algo, sobre todo con el programa del Festival de Otoño. Así abriríamos las puertas de las salas alternativas.
P. ¿De qué salud goza el teatro en Madrid?
R. De pena, sólo se programa el sainete antidiluviano y los enredos de familia que provocan la carcajada fácil.
P. ¿Qué tiene de novedoso El Tinglao?
R. Somos el único grupo de integración junto con otro de Barcelona. Los otros tres están íntegramente formados todos por minusválidos físicos, ciegos o sordos.
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