PSOE y Nueva Izquierda estudian una fórmula para ir juntos a las elecciones sin una coalición formal
El PSOE andaluz ha prometido estudiar la fórmula propuesta por el Partido Democrático de la Nueva Izquierda (PDNI) para ir unidos a las elecciones municipales, aunque, según fuentes socialistas, en principio parece jurídicamente inviable. Nueva Izquierda -que se niega en rotundo a prescindir de sus siglas en las papeletas de votos y figurar como independiente- plantea que junto a los nombres de los miembros de su partido que se incorporen a las listas socialistas aparezca entre paréntesis PDNI. Los socialistas, apuntan las mismas fuentes, no se oponen a esta posibilidad, pero creen que no se ajusta a las normativas electorales. Éste es el único avance destacable de los contactos que están manteniendo ambas formaciones para llegar a un acuerdo, desde que el PSOE descartara públicamente concurrir en coalición, y Nueva Izquierda replicara que no aceptaría nada que signifique perder su identidad y personalidad como partido. El pasado lunes se produjo una reunión reservada entre el vicesecretario regional socialista, José Asenjo, el secretario de Organización de este mismo partido, Luis Pizarro, y el secretario general de Nueva Izquierda, Jerónimo Andreu. El plazo para volver a entrevistarse es hasta final de mes. Mientras, Nueva Izquierda continúa con el proceso de elección de candidatos y listas porque los plazos para llegar a tiempo a las elecciones se agotan. Como principal argumento contra la coalición, el PSOE esgrime la dificultad para constituir las diputaciones provinciales. Las elecciones locales se rigen por partidos judiciales y para la agrupación de escaños no es posible sumar los votos de las candidaturas en coalición con las que se presenten bajo el cartel exclusivo del PSOE. Nueva Izquierda no concurrirá en todas partes, y el PSOE opina que este es un "problema gordísimo" para lograr la mayoría en las diputaciones. Marca La otra razón, de igual peso, es únicamente política: la marca del PSOE es mucho más potente, tanto desde el punto vista electoral como del económico, y no sería razonable plantear la concurrencia en igualdad de condiciones. Los socialistas creen que perderían en el trato y ofrecen, a cambio, acuerdos programáticos que, según dicen, tendrían el mismo efecto que una coalición electoral ante el ciudadano, aunque formalmente no sea así. En Nueva Izquierda las cosas no se ven igual. Como reiteró el pasado fin de semana en Córdoba el secretario general del PDNI federal, Diego López Garrido, su postura es presentarse en coalición según lo términos del acuerdo suscrito por las direcciones nacionales de ambas formaciones. López Garrido citó el ejemplo de la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana y confió en que los socialistas andaluces terminen por imitar la misma receta. Desde el PSOE andaluz se insiste que las situaciones no son comparables: ni la implantación del PSOE de Andalucía es similar a la de estas comunidades ni la de Nueva Izquierda tampoco, aunque en sentido inverso.
