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Una década en el olvido

Los escolares del Colegio Público San Juan Bosco de Cocentaina saben lo que es hacer gimnasia a cuatro grados de temperatura. Sin embargo, no es éste un centro que imparta disciplina espartana, al menos no es ese un atributo que figure en su tarjeta de visita. El sometimiento que sufren los 525 alumnos de este colegio a las inclemencias del tiempo durante las clases de gimnasia se debe a la falta de infraestructura para desarrollar la actividad educativa en el marco de la LOGSE. Éste es uno de los aspectos que ayer denunció el consejo escolar del Colegio Público San Juan Bosco, día en que justo se cumplía una década del inicio de sus reivindicaciones ante la Administración educativa con peticiones que han caído en el olvido, "ignoradas" por las autoridades, según señaló su director, Enric Albero, y presidente del consejo escolar. Junto a esta denuncia, Albero trató de explicar cómo en el colegio que dirige, con capacidad para 16 unidades, se han tenido que habilitar 22 (seis de infantil, 12 de primaria y cuatro de ESO). La hazaña encierra la "renuncia" a dependencias como una biblioteca de centro donde se pueda trabajar en grupo, a una sala de profesores, de tutorías y de reuniones de la APA, a un aula de usos múltiples donde poder reunir una cantidad aceptable de padres y madres, al margen de no contar con el mencionado gimnasio, cuyos terrenos fueron adquiridos por el Ayuntamiento de Cocentaina en 1992. El colegio, cuyas dependencias están divididas en dos edificios separados por la carretera nacional, N-340, "se encuentra en peor situación a la que vivía a principios de siglo cuando fue inaugurado", añade su director. Por ello, a las peticiones del claustro y de padres se han sumado las de los escolares, que las pasadas navidades mediante cartas recordaron al consejero, Francisco Camps, las necesidades del centro. Todos ven la falta de estos espacios, que se repite en infinidad de colegios valencianos, como "un flagrante incumplimiento de la LOGSE", una "discriminación y menosprecio a la escuela pública". Cabellos teñidos Albero, que no dudó en presentrase ayer con los cabellos teñidos de verde para simbolizar el desespero que vive el centro, se mostró confiado porque "hacia el año 2000 la escuela quede al menos constituida como un centro de 18 unidades: seis de infantil y 12 de primaria". Ésta sería una meta para el consejo escolar y el APA que preside Tere Miralles, quien resaltó el "aprecio de los padres por el esfuerzo que realiza la escuela para mantenerse a la cabeza en organización y pedagogía". Fruto de esta inquietud, nombró iniciativas realizadas en el ámbito lingüístico, de colaboración con entidades culturales y participación en programas institucionales y proyectos educativos europeos. Mari Carmen Maiquez, jefa de estudios del San Juan Bosco, lamentó que en las previsiones de la consejería no se recojan sus peticiones, "siempre realizadas por cauces oficiales a fin de no crear ningún tipo de conflicto, enfrentamiento o crispación". Padres, docentes y alumnos exigen respuestas y actuaciones concretas para evitar acciones reivindicativas conjuntas cada 18 de mes a lo largo de este año.

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