Hierba larga y mucho músculo
El césped del Luis Sitjar, unido a una concienzuda preparación física, facilita el trabajo defensivo del Mallorca
Davor Suker retozó atónito por la mullida alfombra de una de las áreas del campo del Mallorca, antes del partido del pasado domingo. Luego, dio la alarma a su entrenador, Guus Hiddink, que tras echar una mirada se puso socarrón: "Yo tengo una granja y mis vacas estarían muy contentas en este campo". El Luis Sitjar tenía la hierba más alta de lo habitual: unos 6 centímetros de altura; pero la medida es perfectamente legal según el Comité Técnico de Árbitros."Cúper ha mandado que no corten el césped para que los del Madrid se cansen deprisa", confirmó un jugador del Mallorca en vísperas del partido. Luego, el juego mostró a un Madrid dubitativo, abrumado por la omnipresencia del adversario: cada jugador blanco que recibió la pelota estuvo marcado por uno o dos mallorquinistas. Los isleños se vieron más frescos en su victoria sobre un equipo futbolísticamente superior. La fórmula se resumió en una trilogía: solidaridad en el esfuerzo, gran resistencia física y el césped bien largo.
No hay ningún reglamento que establezca nada al respecto, según el presidente del comité técnico de árbitros, Victoriano Sánchez Armiño: "La normativa de la FIFA no dice nada sobre la altura que debe tener el césped. Sólo pide al árbitro que refleje en el acta si el campo está mojado". Las normas amparan a Héctor Cúper, que nada más llegar a España en 1997 se sorprendió por lo rápido que rodaba el balón en los partidos: la hierba, cortada casi a ras del suelo, y frecuentemente mojada, aumentaba la velocidad del balón y el ritmo de los partidos. Eso no ocurría en Argentina ni en las Ligas brasileñas. Y eso no volvió a ocurrir en el campo del Luis Sitjar.
El físico y el césped
El preparador físico del Mallorca, Juan Manuel Alfano, conoce a Cúper desde pequeño. Su padre, también preparador físico, coincidió con el técnico cuando era jugador en el Ferrocarril Oeste, en el año 1979. Ahora, Alfano Júnior admite que juega con el césped a favor: "Mientras no haya ningún reglamento que lo impida, el césped se puede dejar crecer un poco más, pero el terreno sólo es un factor más -como San Mamés, donde el Athletic se maneja mejor cuando llueve, en el barro-". Detrás del trabajo táctico y técnico de Cúper hay un conjunto de hombres -"una materia prima", como dice Alfano- de una ambición y una "inteligencia poco común" . "Son el mejor grupo que he conocido: tienen una enorme contracción al trabajo en grupo".Con estos deportistas, ocho semanas de pretemporada de trabajo intensivo, y dos sesiones semanales de entrenamiento puramente físico (asignando dos turnos al gimnasio), los hombres de Cúper han ganado peso competitivo, y en sentido literal: "Cuando llegué y vi a Valerón" -cuenta Alfano- "parecía que flotaba sobre el césped, y cuando se fue al Atlético había aumentado de 69 a 72 kilos [de músculos] sin perder velocidad". Alfano es un hombre de confianza de Cúper. Cuando la empresa Bahía, propiedad de Asensio, llamó a Cúper, éste pidió a Alfano que se le uniera. El preparador sabe lo que quiere el técnico: "Un equipo luchador, que corra todo el partido, rápido y que aguante a un nivel físico y espiritual que le permita superar la adversidad".
Y el césped alto es un obstáculo que, de superarse, se transforma en ayuda. Según Alfano "hace falta una buena respuesta de los abductores, y mayor resistencia". Para prepararse, el Mallorca entrena en un campo de césped alto. Pero tiene otro con la hierba corta, donde los jugadores practican las semanas previas a viajes al Bernabéu o al Camp Nou. En esos terrenos de césped muy cortado, el trabajo defensivo se hace más arduo, explica Alfano: "Si se juntan tres futbolistas muy técnicos y juegan a un toque con la hierba corta la pelota va muy rápido y se hace muy difícil defenderse de ellos. Con la hierba alta, se frenan, y es más fácil marcarlos".
En el Luis Sitjar, algunos jugadores del Madrid se encontraron con que tenían que golpear el balón dos veces para trasladarlo por la hierba mientras que los mallorquinistas, acostumbrados, sólo necesitaban un golpe. Las carreras de los madridistas se hicieron más pesadas. ¿Será por eso que Roberto Carlos desapareció del partido? "Entre otros factores, sí", asegura Alfano. Y el rojiblanco Óscar Mena, ex jugador del Mallorca, recuerda sus carreras en el Luis Sitjar y polemiza: "¿Así que Suker se quejó de la hierba? Son escusas fáciles. ¡Que llore! ¡Que llore!"
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