Aznar se queja de que ETA no haya designado aún interlocutor pese a los gestos del Gobierno
José María Aznar resaltó ayer que "a día de hoy", cuatro meses después del inicio de la tregua, "ETA no ha designado todavía interlocutor" para el proceso de paz pese a que el Ejecutivo ha dado pasos como el traslado a la Península de todos los presos etarras que estaban fuera de ella y ha establecido "contactos". Con ello, el jefe del Gobierno quiso destacar sus dudas sobre la voluntad real de paz por parte de la banda. Fue el eje de su mensaje tras los recientes sucesos en Euskadi. El Gobierno, dijo, "busca nada más que la paz, y tengo la impresión de que la otra parte tiene miedo real a hablar de ella".
Aznar centró su mensaje en las dudas que tiene de que realmente ETA y su entorno quieran avanzar en el proceso de paz, a la vista de la intensificación del terrorismo de baja intensidad y la orientación que le han dado a las movilizaciones callejeras los partidos nacionalistas para exigir el traslado de los presos etarras a cárceles vascas. "Hay quienes no tienen el objetivo de la paz realmente, sino que tienen miedo de la paz. No es el miedo escénico a una negociación por la paz sino que tiene miedo real de hablar de la paz sólamente", dijo Aznar en clara alusión a ETA y su entorno.El presidente extendió esta acusación a todos los partidos nacionalistas vascos cuando aclaró que algunos grupos políticos entienden el fin de la violencia como "un pretexto o un cambio de estrategia para conseguir otros objetivos". Una idea que ya adelantó el pasado fin de semana el ministro del Interior, Jaime Mayor, en el análisis que realizó sobre las movilizaciones por el acercamiento de presos y los últimos atentados con cócteles mólotov.
Aznar contrastó la posición de los partidos nacionalistas vascos con la suya, cuyo único objetivo, insistió, es la búsqueda exclusiva de la paz. "Quiero la paz, sólo la paz y nada más que la paz", dijo con solemnidad en la rueda de prensa conjunta con el primer ministro griego, Costas Simitis, de visita oficial en España. También insistió en que "la paz no tiene precio político".
Descalificó directamente las recientes declaraciones del líder de Euskal Herritarrok (EH), Arnaldo Otegi, como un "obstáculo para laz paz". Otegi advirtió de que si el Gobierno no atiende las reclamaciones nacionalistas sobre el acercamiento de presos etarras, podría producirse una intensificación de la violencia. Aznar le respondió ayer: "Alentar, incitar o comprender actos de violencia es irreconciliable con la defensa por la paz. Todo aquel que practica, incita o alienta la violencia está entorpeciendo las posibilidades de la paz. Está luchando activamente contra la paz o tolerando pasivamente que se luche contra la paz y eso no me parece aceptable".
El presidente del Gobierno envió, a renglón seguido, un guiño a los presos de ETA al señalar que resultan directamente "perjudicados" por los sucesos violentos ya que la flexibilización de la política penitenciaria, insistió, está vinculada a la marcha del proceso de paz.
No obstante, Aznar no quiso enviar a la opinión pública un mensaje pesimista y señaló que sus esperanzas de lograr la paz "están intactas" y que mantiene su voluntad de superar los obstáculos. Admitió, en este sentido, que "el proceso es largo y difícil" y añadió: "Algunos le tienen miedo", en alusión a ETA y su entorno.
Aznar hizo un recuento de los pasos que el Gobierno ha dado ya en el proceso de paz para contrastarlos con los nulos movimientos por parte de ETA y su entorno, en los casi cuatro meses que han transcurrido desde la declaración de la tregua indefinida, el pasado 16 de septiembre. Recordó cómo el Gobierno ha autorizado contactos con ETA y su entorno y que éstos se han producido ya; cómo no existe ningún preso de ETA en cárceles fuera de la Península y cómo los partidos democráticos han aprobado en el Congreso de los Diputados una resolución a favor de la flexibilización de la política penitenciaria vinculada a la marcha del proceso de paz.
En ese momento, Aznar lanzó un reto a ETA: "Después de decir que se quiere hablar, a día de hoy aún no ha designado interlocutor". "Me gustaría que algunos se atrevieran a hablar en serio de la paz", añadió.
Réplica a Borrell
El presidente del Gobierno también respondió al candidato socialista a la presidencia, José Borrell, que el lunes había acusado al Ejecutivo de estar "desbordado" por la situación del País Vasco. Aznar puso en duda que las declaraciones de Borrell "sean compartidas unánimemente o mayoritariamente en el seno del PSOE" porque "hasta ahora habíamos escuchado, sobre todo en las últimas semanas, declaraciones bastante razonables de los dirigentes socialistas sobre la situación del País Vasco". Aznar lanzó, a renglón seguido, otra andanada a Borrell: "A mí me extraña el empecinamiento que algunos tienen en estar fuera de la realidad y no sé muy bien a qué puede conducir ni a qué razón se debe; de todas maneras, es importante conservar la sensatez en los temas que se refieren especialmente al País Vasco".
El presidente del Gobierno quiso resaltar la "inoportunidad" de las declaraciones de Borrell al reseñar algunos nuevos acontecimientos de las últimas horas, como el distanciamiento de Izquierda Unida del Pacto de Lizarra, que la coalición que dirige Julio Anguita suscribió en sus orígenes, y el emplazamiento del PNV a EH para que condene el llamado terrorismo de baja intensidad. En cualquier caso, aseguró rotundamente que es consciente de que su política en este terreno "cuenta con el apoyo de la sociedad española".
"Los ciudadanos están preocupados por la evolución de las cosas en el País Vasco. Ven violencia en la calle, división entre los partidos y un Gobierno que corre el riesgo de perder el control de la situación y que está guiado por un nefasto sectarismo", le replicó anoche Borrell, quien enfatizó que "lo sensato es trabajar juntos por la paz".
Aznar no concedió especial relevancia a la nueva ronda de partidos que abrió con IU, por encargo suyo, el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, que contactó también por teléfono con el portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. "Existe una oferta de diálogo continuo con los partidos. Siempre va a existir. No es necesario que la ronda completa la haga siempre el presidente del Gobierno, porque ya existen unos cauces establecidos", comentó.
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