Mallorca y Celta resisten
Los dos primeros se enfrentarán el sábado en Vigo. El Bétis impugnó su partido ante el Valladolid por jugar su rival seis minutos con cinco extranjeros. Goleada del Atlético (5-0) al Extremadura en jornada de adhesión a Gil. El Tenerife se hunde en la última plaza
La cabeza de la clasificación comienza a ser memorizable. Están el Mallorca, el Celta y los demás. Por cuarta jornada consecutiva ambos conjuntos copan los puestos de honor. El Mallorca frenó la escalada del Madrid, ésa que conformaron sus victorias ante el Tenerife (el último) y el Salamanca (el antepenúltimo), y no se dejó robar su condición de líder. El Celta, por su parte, se asomó a casa del colista y atrapó una victoria tan incontestable como todas las suyas (0-2).
Que el Mallorca es un líder sólido lo demuestra que ayer se aliara con todos esos elementos que a menudo acompañan a los gran des, y que tienen mucho que ver con la fortuna y demás cuestiones de tipo espiritual. Ahí están los datos. Disparó una vez a puerta en los primeros 45 minutos y se fue al descanso con dos goles a favor. El primer tanto llegó por la vía natural, con la firma de Ibagaza; el segundo nació de un centro al área que Sanchis coló espectacularmente en su propia porte ría. No fue el de ayer el mejor día del capitán blanco, que resultó ex pulsado. El hecho de que Seedorf acortara distancias en la reanudación ayudó a que el Madrid hiciera más ostensible su dominio. Nada más. La pegada que a menudo le sobra, le faltó ayer.
Otro de los que aspiraban a atrapar el liderato, el Valencia, empató en Oviedo merced a un tanto de Milla en el descuento. Menos angustia, por no decir ninguna, vivió el Atlético, que en un estadio prácticamente lleno, detalle al que sin duda ayudó el que las entradas no costaran una peseta, masacró (5-0) a uno de esos equipos que, pese a heroicidades puntuales, parecen estar de paso por la categoría: el Extremadura. Valerón se lució y el Atlético ya es tercero.
La mayor polémica se vivió en Valladolid, donde el equipo local actuó durante unos minutos con cinco extranjeros sobre el césped. Finalizado el partido, con victoria del Valladolid sobre el Betis (2-1), Lopera y Clemente anunciaron que impugnarían el resultado. "Fue un despiste, pero los despistes se pagan" declaró Clemente. No es cierto. En dos ocasiones anteriores ocurrió lo mismo y el castigo no pasó de una multa. La razón quizá la tenga Jorge Valdano, que como técnico del Madrid inauguró este tipo de despistes hace cinco temporadas. Y ésta fue su disculpa: "Era tanta mi ansiedad atacante que olvidé la burocracia". Pero más allá de sucesos de este tipo, el futuro anuncia sensaciones fuertes. El próximo sábado se enfrentan Celta y Mallorca en el que es, hoy por hoy, el partido de la Liga.
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