La dirección del PP medita el posible "doblete" de Alberto Fernández

VIENE DE LA PÁGINA 1 Algunos dirigentes del PP catalán reprochan incluso a Fernández Díaz falta de valentía por no atreverse a activar todo el proceso municipal en Cataluña aun sin quedar resueltas las dudas de la candidatura de Barcelona. Los motivos de esta excepcionalidad de Cataluña son varios, en opinión de estos sectores: primero, porque el PP ha planteado los comicios como unas primarias de las autonómicas; segundo, porque los objetivos de crecimiento son particularmente ambiciosos y, en tercer lugar, porque la salida de Aleix Vidal-Quadras de la presidencia regional ha comportado una renovación muy importante en las juntas locales. Los nuevos dirigentes necesitan, pues, más que nunca, que los ciudadanos les identifiquen. No obstante, la designación del candidato de Barcelona difícilmente va a producirse en los próximos días. Primero fueron las elecciones vascas las que aplazaron la luz verde; después, la preparación del lanzamiento de Alberto Fernández para las autonómicas, y ahora el congreso nacional del PP, que se celebrará en Madrid a finales de este mes. Fuentes del área electoral central del PP han confirmado que la designación del candidato de Barcelona no se decidirá hasta pasado el congreso, con lo que la parálisis del aparato municipalista del PP se mantendrá todavía unos días. Asimismo, la decisión sobre el alcaldable del PP en Barcelona es más incierta que nunca tras la decisión del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, de agotar la legislatura y alterar el calendario previsto por la dirección catalana. Con la decisión de Pujol es ahora el propio presidente regional, Alberto Fernández Díaz, quien se perfila como candidato más probable, pese a que dirigentes catalanes y también dirigentes nacionales significativos no acaban de ver claro el doblete. Entre otras razones esgrimen que el doblete proyectaría una imagen precaria del partido, de falta de líderes preparados para retos importantes. Las alternativas siguen siendo, entre otros, el periodista Ricardo Fernández Deu y el presidente provincial, Antonio Ainoza. Voto político Barcelona es quizá el caso más emblemático de los efectos que puede llegar a tener la incertidumbre sobre el alcaldable, aunque los dirigentes conservadores confían en que la gestión de Gobierno del PP mitigue al final la tardanza en la designación. En su opinión, buena parte del apoyo a las candidaturas municipales del PP provendrá de un voto político como consecuencia de la actuación del Gobierno. La falta de candidato oficial en Barcelona apenas hubiera preocupado a la dirección años atrás, porque disponía de un candidato oficioso, Enrique Lacalle, muy conocido por los ciudadanos. Pero en esta ocasión los conservadores aspiran a que Barcelona sea un escaparate de su nueva situación -crecimiento y llave de la gobernabilidad-, y aún no disponen ni siquiera de candidato oficioso.