Los trabajadores y los estudiantes copan el 80% de los bonopeajes expedidos en Guipúzcoa La Diputación vizcaína asegura que "igual la autopista no resulta cara a los usuarios"

VIENE DE LA PÁGINA 1 En el tramo guipuzcoano, por donde discurren tres cuartas partes del trazado de la autopista, se ha superado en un 25% la previsión presupuestaria que realizó hace un año la Diputación de Guipúzcoa. A falta de hacer el recuento definitivo, ha supuesto alrededor de 800 millones de pesetas con cargo a las arcas forales, cifra que supera en 150 millones la consignación presupuestaria de 1998. En todo el pasado año se emitieron alrededor de 22.000 tarjetas. Fueron expedidas por Kutxa (16.606) y Caja Laboral (unas 5.500). Sumadas a las que existen desde 1993 en el tramo San Sebastián-Irún, arroja un total de 35.000 tarjetas gestionadas por el Ejecutivo foral guipuzcoano. El bonopeaje ha tenido una acogida "muy positiva", asegura el director de Transportes, Antonio Alberdi. "No hay quejas de los usuarios, salvo de aquellos que reclaman la gratuidad de la tarifa", agrega. La Diputación de Guipúzcoa ha desembolsado más de 1.300 millones de pesetas desde que, en 1993, se comenzó a subvencionar el peaje San Sebastián-Irún. Al principio las asignaciones económicas oscilaron entre 50 millones y 150 millones de pesetas. En el proyecto presupuestario de 1999, la Hacienda guipuzcoana ha consignado un gasto de 850 millones de pesetas. "Es una estimación muy objetiva a la vista de la experiencia vivida este año", subraya Alberdi. "Como esperábamos, los trabajadores y los estudiantes han sido los principales beneficiados del peaje social. Nuestros cálculos apuntan a que el 80% de las tarjetas están en posesión de este segmento de la población, seguido de los transportistas (12%)", apostilla. En Vizcaya, donde el peaje reducido se implantó en febrero, un mes más tarde que en Guipúzcoa, la previsión presupuestaria apenas se cumplirá al 50%. De los 400 millones destinados al peaje reducido se van a utilizar cerca de 200. Ello se debe a la escasa respuesta de los automovilistas vizcaínos. La Diputación vizcaína calculó entre 15.000 y 20.000 beneficiarios. En los once meses de implantación se han expedido casi 7.000 tarjetas. Han sido tramitadas por BBK (4.942)y Caja Laboral (poco más de 2.000). La Diputación vizcaína llegó a reducir los trámites burocráticos a principios de abril para estimular la adquisición del bonopeaje, al no obligar a la presentación del impuesto de la renta y el certificado de estar al día con Hacienda. La medida logró un incremento de las peticiones de tarjetas en mayo (600), pero luego se ha ido estabilizando hasta menos de 300 al mes. "La verdad en que no sabemos si es por desconocimiento o vagancia, por inhibición al tener que dar un paso previo". "También es que la mayoría del tráfico en Vizcaya viene de la Margen Izquierda y en ese tramo la A-8 no tiene peaje", apuntan desde BBK. Además de vivir en Vizcaya o Guipúzcoa, los interesados en beneficiarse del peaje bonificado deben pagar cien pesetas por la tarjeta y abrir una cuenta bancaria en una de las tres entidades que participan en la iniciativa. "Igual es que la autopista no resulta cara para los usuarios y por eso no sacan la tarjeta", señala el diputado vizcaíno de Obras Públicas, José Félix Basozabal. Los resultados en Vizcaya llevarán a reducir la aportación en 1999. Basozabal proyecta que el fondo se quede en cerca de 220 millones.