Sevilla se quedó de nuevo sin taxis para exigir que se eliminen licencias

La huelga convocada para ayer, por sexto domingo consecutivo, por la Unión Sevillana del Taxi (UST) para exigir al Ayuntamiento la supresión de 700 licencias y medidas contra el intrusismo fue secundada por la totalidad de los trabajadores a los que les tocaba servicio, según los propios convocantes. El presidente del UST, José Padilla, precisó ayer que el fin de la protesta está previsto para las seis de la mañana de hoy, con una concentración en la estación de Santa Justa. Éste es el sexto paro que secunda el sector del taxi sevillano, y se convoca ante el rechazo de la asamblea de conductores a la propuesta adoptada por el pleno del Ayuntamiento de crear un consorcio para abordar la reconversión del sector, en el que participarían el Ayuntamiento, los taxistas y la Junta. Padilla explicó que la UST está en contra de la constitución de este consorcio porque "se aborda el problema incluyendo a los taxistas de varios pueblos del área metropolitana". "Nuestra pretensión", argumenta Padilla, "es que se adapte la oferta a la demanda exclusivamente en la ciudad, donde existen 2.311 licencias y sobran unas 700". La protesta se desarrolló sin incidentes y los servicios mínimos atendieron las llamadas y traslados urgentes.