Dos monedas para el SME

Sólo dos monedas formarán parte del nuevo mecanismo de cambios del Sistema Monetario Europeo, el llamado SME-bis. Se trata de las dos únicas divisas que se han quedado fuera del euro pero pertenecen al SME: la corona danesa y la dracma griega. Las otras dos divisas comunitarias ausentes del euro, la libra esterlina y la corona sueca, no pertenecen al mecanismo de cambios. La primera se salió en las tormentas monetarias de 1992. La segunda no ha participado nunca. La corona danesa ha entrado en el SME-bis con un cambio central de 7,46038 coronas por euro y una banda de fluctuación del 2,25%. Eso significa que su cotización ha de oscilar siempre entre 7,62824 y 2,29252 coronas por euro.

La dracma griega ha entrado con un tipo central de 353,109 unidades por euro y su banda de fluctuación es del 15%, la establecida en el viejo sistema cuando las tormentas monetarias de 1992 y 1993 hicieron añicos las bandas del 2,25% y el 6% que imperaban hasta entonces en el sistema. La cotización de la divisa griega podrá oscilar entre 300,143 y 406,075 dracmas por euro.

El viejo mecanismo de cambios permitía a todas las monedas integrantes flotar entre sí, utilizando como ancla a la moneda más fuerte del sistema. Con el nuevo, la dracma y la corona danesa -y en el futuro la corona sueca y la libra esterlina si deciden incorporarse al mecanismo de cambios o si se les exige como paso previo a un eventual ingreso en el euro- oscilarán siempre frente al euro.

El Reino Unido defiende la tesis de que basta con la estabilidad para cumplir el requisito de convergencia de Maastricht y que la pertenencia al SME no es un objetivo, sino un medio para conseguir esa estabilidad.