La guasa paga IVA

Desde que el último chirigotero se pintó la cara con corcho quemado ha llovido mucho sobre el carnaval de Cádiz. Tanto, que la comparsa de Antonio Martínez Ares, el autor más laureado de la década, acaba de constituirse en la primera sociedad limitada de la historia de la fiesta gaditana. Y todo apunta a que otros grupos seguirán su camino. Al igual que los chirigoteros utilizan hoy sofisticadas técnicas de maquillaje, los conjuntos de más éxito han tenido que ajustar su reloj a la hora que marca la realidad de la fiesta. "Esto ya no consiste en cantarle tres coplas a tu compadre que está abajo escuchándote", resume gráficamente Martínez Ares, cuyos compañeros de comparsa desglosan IVA, declaran dietas y kilometraje. Alpandí (primavera en caló) es el nombre de la sociedad limitada que se encarga de gestionar todo lo relativo a la comparsa, que no es poco. Entre los epígrafes a los que pertenece su actividad figura el espectáculo músico-vocal. Aunque no hay cifras públicas sobre el volumen de negocio que maneja una agrupación de estas características, el autor admite que son "muchos millones". El comparsista, que se dedica casi por entero a la actividad creativa musical, lo explica de manera diáfana: "El problema tiene un origen claro, Hacienda. Ya no nos limitamos a vender 500 cintas y tres compactos, sino que casi alcanzamos las 50.000 copias. Es mejor encarar la realidad y afrontar que las cosas han cambiado y que hay que estar al día con nuestras obligaciones fiscales". Tan cambiado está todo, que la comparsa está a punto de alcanzar el número de ventas necesario para obtener el primer disco de oro para las coplas del Carnaval. Aunque los 15 integrantes de la comparsa tienen sus trabajos, sus actuaciones carnavalescas se circunscriben a los viernes, sábados y domingos. "Llevamos sin parar ni un fin de semana desde Sonri-sillas, en 1990". Prácticamente no hay discoteca, sala de fiestas e incluso plazas de toros y algún estadio de fútbol de las provincias de Cádiz, Sevilla y Córdoba, especialmente, donde no haya actuado la comparsa de Martínez Ares. Este revitalizador del género, con tres primeros premios y tres segundos en su haber en los últimos siete años, está dispuesto a hacer historia. Con su "gente" está confeccionando su propia página web en Internet; tiene otros dos productos musicales en el mercado: Cai siempre Cai -un compacto de tanguillos aderezados con acompañamientos instrumentales, grabado junto Antonio Alemania- y los Villancicos Piratas, un producto navideño en el que la música de carnaval se fusiona con los mensajes bíblicos y paren un híbrido a medio camino entre diciembre y febrero. A la vez, está comenzando a componer algunos temas para la cantante Pasión Vega, que ya colabora con él en el disco de villancicos. Si tiene tiempo, quiere abordar un proyecto más ambicioso aún: un musical completo. El otro proyecto de Alpandí S.L. tiene forma de caverna y tripas de galeón pirata. Está en la calle Beato Diego y se llama Los Duros antiguos, que es el nombre del tango de los Anticuarios y el himno popular de la fiesta gaditana. En el interior de la tienda se va a comercializar "todo Cádiz", partiendo de los productos de la comparsa, y todo lo relacionado con el carnaval; libros, artesanía, "y el Trofeo Carranza, si hace falta". Curiosamente, será el primer establecimiento gaditano que se especialice en productos de carnaval. "Tenemos lo más importante: la materia prima", destaca orgulloso.