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Entrevista:

"Ser chica y cantar está de moda ahora en Madrid"

Lucrecia Garx (Madrid, 1970), Lucky para los amigos, es muy conocida en el mundo del rock madrileño, pues lleva muchos años en él. Su abuelo, el músico de jazz Fernando García Morcillo, la inició en la música y de muy pequeñita la matriculó en el conservatorio, donde estudió todos los cursos de solfeo y armonía y seis años de piano. A los 18 años, tras pasar su época punki, montó su primer grupo, que quedó quinto en el concurso Yamaha Band Explosion de Tokio. Más tarde formó el grupo Algo Salvaje, y bajo ese nombre sacó un disco y participó en dos elepés de recopilación de varios grupos. "Comenzó siendo un grupo de hard rock y acabó siendo grunge", cuenta esta cantante de voz rota que pasa temporadas recibiendo clases de canto y jazz en el Vocal Resaurce Central de Nueva York, una escuela por donde han pasado alumnos como Lenny Kravitz o Corey Glover. Tras actuar tres años con La Frontera y formar el grupo Marmota Attacks junto al bajista Tony Marmota, ahora hace voces y acústicas en la gira de Manolo Tena y prepara un proyecto en solitario.Pregunta. ¿Qué música hace ahora?

Respuesta. Estoy escribiendo canciones que mezclan desde la música latina hasta grunge, pasando por la música de los setenta, el funki, la música negra, soul y hasta un poco de punk. Ahora está de moda la mezcla de músicas.

P. Comenzó a actuar en 1988. ¿Cómo ha sido su evolución musical en estos 10 años?

R. Empecé estudiando música clásica. Luego pasé al punki, al hard rock, al funki y a la música de los setenta, y ahora lo mezclo todo.

P. ¿Qué influencias tiene?

R. Aparte de los clásicos Led Zeppelin, Sly and the Family Stone o Frank Zappa, me gusta mucho el grupo inglés Skun Anansie.

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P. ¿Cómo está la música en Madrid para las cantantes?

R. Ser chica y cantar está de moda. Es buen momento para las cantantes.

P. ¿Ha tenido algún problema por ser música y mujer?

R. Ahora no. Pero años atrás, sí. Ser chica y cantante de un grupo de punki o de hardcore no era algo habitual.

P. ¿Se puede vivir de músico en Madrid?

R. Es complicado. Del circuito de tocar en bares no se puede vivir. Un músico aquí tiene que trabajar mucho y hacer cincuenta cosas a la vez para sobrevivir. Además, cada día hay más competencia, ya que la gente cada vez se interesa más por estudiar música, y ya existen escuelas de todo estilo de música.

P. ¿Qué haría para mejorar el Madrid musical?

R. Invertiría más dinero en las ideas nuevas. Me parece muy bien que el Gobierno ayude y apueste por la música clásica, pero el punki, el soul, el rock o el reggae también son dignos de ser apoyados.

P. Propone alguna idea...

R. Se podría hacer un circo como el de Berlín, que es arriesgado y da cabida a todo tipo de artes, desde pintura hasta música y espectáculos porno.

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