El éxito después de los sesenta

"Estoy muy agasajá. Me quiere la gente y me halaga mucho. Así que no le puedo pedir ná a los Reyes Magos", dice Esperanza García la del Maera a quien el éxito le ha llegado a los 76 años. "Nunca es tarde si la dicha es buena", sentencia la cantaora, una de los seis artistas que integran el grupo Triana Pura y que con su segundo álbum, De Triana al cielo, ha conseguido en un mes ser Disco de Oro, es decir, vender más de 50.000 copias de su trabajo. El peculiar grupo, que integran también La Perla, Curro, El Coco, Herejía y Pastora la del Pati, estará los próximos días 8 y 9 de enero en el teatro Imperial de Sevilla con un espectáculo titulado El antes y el ahora del flamenco y en el que compartirán escenario con El Barrio, una voz que pondrá la nota novedosa en el montaje. Los seis componentes de Triana Pura, que han rescatado el cante que se hacía en el barrio sevillano, en la popular Cava de los Gitanos, suman 409 años. Cuando, hace dos años, la empresa sevillana Discos Senador los reunió en una juerga para grabar su primer disco en directo, titulado La cava de los gitanos, ninguno de estos seis abuelos soñaba con ir más allá de las fiestas de su barrio. Su arte, gracia y desfachatez han hecho que conquisten a todo tipo de público y sus canciones, muchas temas de otros que ellos han versionado, no paran de sonar desde que, el pasado 2 de diciembre, el grupo presentó su nuevo trabajo en la sala Caracol de Madrid. Desde la mayor, Esperanza la del Maera, hasta el más pequeño, José Moreno Herejía, de 61 años, estos seis cantaores crecen cuando suben al escenario, cuando se jalean unos a otros y olvidan los achaques de la edad para marcarse un baile en el centro del corro. "Ver a una mujer con más de 70 años cantar y bailar por bulerías, con una voz clarita que llega hasta to lo jondo de la sala, no es fácil hoy en día", se jacta Herejía. "La gente a la que le gusta el flamenco se da cuenta que nosotros tenemos una pureza mú grande y lo valoran", añade el cantaor que, como el resto de sus compañeros está jubilado, pero él por motivos de salud. "Conseguir un Disco de Oro en el flamenco es algo casi impensable. Lo hacen artistas como Niña Pastori o Remedios Amaya, pero para las voces más tradicionales es un reto y Triana Pura lo ha superado", dice orgullosa María del Carmen Domínguez que, además de propietaria, junto a su hermano, de Discos Senador, ejerce de tutora de esta panda de adolescentes jubilados. "Cuando salimos de viaje son temibles", asegura divertida. "He tenido la suerte de grabar dos discos y salir triunfadora, así que para el próximo tendré que pensar mucho lo que voy a cantar", confiesa Esperanza que ha conseguido que todo el que oye sus tangos por bulerías Probe Miguel no pueda dejar de tararearlos. La del Maera está "loca de contenta" y con lo que está ganando con el nuevo disco piensa "ponerle" unos Reyes "buenecitos" a sus 13 nietos y dos bisnietos. "No veas la satisfacción tan grande que tengo en mi cuerpo", exclamaba Herejía al enterarse de que De Triana al cielo había superado las 50.000 copias vendidas. "Después de tantos años cantando, no nos podíamos imaginar que ahora nos iba a llegar esto. Nuestra meta ahora es conseguir el Disco de Platino y grabar tó lo que venga", asegura el cantaor que cierra el disco con unos tanguillos de Triana titulados El mojón. "Haremos otro y otro disco con el mismo arte que este, que otavía hay caña pá rato", promete Herejía.