JUAN LAMILLAR POETA "En Andalucía, a cualquiera se le llega a llamar poeta"

Es profesor de Lengua y Literatura en un instituto y tiene publicados siete libros de poesía y ensayo. El último, Las lecciones del tiempo, acaba de salir en la editorial Pretextos. Juan Lamillar (Sevilla, 1957) vuelve a tratar los mismos temas que conforman su trayectoria lírica desde que en 1982 publicó Muro contra la muerte -un libro éste fundamentalmente amoroso-. La suya es, según dice, poesía de la experiencia. Pregunta. ¿Cuál es la esencia de Las lecciones del tiempo? Respuesta. Es un libro que recoge todos los temas que estaban en mis libros anteriores: el mar, la playa, el amor... pero siendo los mismo temas, están tratados desde un punto de vista más maduro y reflexivo, haciendo hincapié en el paso del tiempo y en la infancia. P. ¿Qué poesía le interesa? R. No me interesa sólo una, sino muchas poesías, siempre que se hagan con autenticidad. Practico una línea determinada, la de la experiencia, aunque estoy atento a las que hacen otros poetas, más reflexiva y meditativa, que también me gusta. En cuanto a la que yo hago, me interesa la que cuenta cosas y reflexiona sobre la realidad con un lenguaje ni excesivamente poético ni excesivamente cotidiano. También hay una tendencia a llevar a los versos el realismo sucio de la narrativa, que a lo mejor hace gracia porque es ingeniosa, pero me interesa poco. P. Hace poco, un filósofo manifestó que el prejuicio caracteriza a las vidas sin filosofía. ¿Qué cree que caracteriza a las vidas sin poesía? R. La gente que vive sin poesía se pierde una parte interesante del mundo, tiene una mirada mucho más restringida sobre las cosas. En general, la cultura y el arte enriquecen la vida. No es lo único, pero contribuye. P. ¿Escribe otros géneros? R. Sí, el ensayo. La fundación El Monte me va a publicar un libro de artículos sobre música y poesía, La otra Abisinia, en el que abordo, en una primera parte, la relación entre música y literatura. En la segunda parte he reunido varios ensayos poéticos. También desde hace tiempo escribo unos cuadernos de notas con impresiones de lecturas, sobre música y cosas cotidianas. P. En Andalucía siempre han proliferado los poetas. ¿A qué lo atribuye? R. Nunca está de más que haya muchos. Luego uno elige. Lo que pasa es que a cualquiera se le llama poeta. En Andalucía se da mucho la poesía popular. A los que hacen letras de sevillanas o coplas se les llama poetas. No obstante, aquí siempre ha habido una gran tradición lírica que creo se debe al carácter más abierto, a la luz y la claridad del sur, al gusto por la vida y por abrirse al mundo. También está la tradición de la poesía arábigo-andaluza y del barroco andaluz, con el gusto por la palabra lujosa y sonora.