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EL PROCESO DE PAZ

Los incidentes y las amenazas a cargos del PP "enfrían" el plan de traslado de presos etarras

El delegado del Gobierno en Navarra, Francisco Javier Ansuátegui, considera que el atentado contra el piso de un guardia civil en el barrio pamplonés de la Chantrea, que hirió a cinco personas, es obra "del entorno de Jarrai" . Este nuevo incidente, junto con la difusión de carteles amenazantes contra el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, y otros dirigentes de este partido, pueden ralentizar el proceso de acercamiento de presos de ETA a Euskadi, según medios de Interior. Fuentes de la oposición consideran que esta operación se ha "enfriado", hasta el punto de que antes de Navidad sólo serán cambiados de prisión previsiblemente entre cinco y 10 etarras.

El ministro del Interior, Jaime Mayor, aseguró ayer que el ataque contra la casa del guardia civil, que causó cuantiosos daños, "no va a interrumpir los contactos indagatorios, exploratorios, acreditativos de la auténtica voluntad de ETA" tras la tregua. Pero fuentes de Interior reconocen que este hecho, así como la difusión de carteles amenazantes contra Iturgaiz y otros cargos del PP vasco, no favorecen el plan de acercar los presos a Euskadi, si bien los mismos medios niegan que se haya paralizado. "No se puede asegurar nada, y nada es descartable porque aún no hay tomada una decisión que depende del presidente del Gobierno", dijo un colaborador de Mayor.Antes de recibir un trofeo de las empresas de seguridad privada por su contribución al desarrollo del sector, el titular de Interior rechazó que lo ocurrido en Pamplona la madrugada de ayer vaya a afectar al proceso de pacificación. "No hay posibilidad de que se interrumpa un proceso que todavía no es ninguna realidad", dijo. Después agregó que "no hay paralización de ningún proceso, porque no ha comenzado ningún proceso estricto de pacificación", sino sólo el anuncio de "contactos exploratorios".

El dirigente socialista Alfredo Pérez Rubalcaba es partidario de "meditar" algunos cambios en la política penitenciaria, por ejemplo algunos traslados de presos, siempre que se haga de forma consensuada entre el Gobierno y los demás partidos. Fuentes de los grupos de la oposición, que se han reunido recientemente con Mayor Oreja, sí creen que las amenazas a dirigentes del PP han "enfriado" la voluntad del Gobierno de trasladar a los presos. Los mismos medios juzgan "altamente improbable" que Interior traslade a la Península, antes de Navidad, a los 21 reclusos que hay en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla. El anunciado "gesto" del Gobierno se limitará previsiblemente a un grupo no superior a 10 presos etarras.

Parálisis

La portavoz de IU, Rosa Aguilar, aprecia signos de cierta "parálisis" y considera que "el Gobierno debería tener más decisión en la construcción de la paz" y mostrar "más convicción" en un proceso que está "hibernado".El ministro Josep Piqué, portavoz del Gobierno, comentó en el Congreso que "si hubiera algún tipo de traslado [de presos de ETA antes de Navidad], sería en aplicación estricta de la política penitenciaria que se ha venido desarrollando hasta ahora, pero en ningún caso debe interpretarse como un cambio en esa política".

El presidente del Gobierno, José María Aznar, anunció el pasado domingo que "nadie debe dar por hecho" que el dato de que ETA lleve meses sin actuar "supondrá por sí solo cambios sustanciales en la política penitenciaria". Tras señalar que "ningún tipo de presión afectará a la política penitenciaria", Aznar consideró necesario que "la otra parte" demuestre inequívocamente su voluntad a favor del cese de la violencia. Pese a todo, ayer manifestaba en Viena: "Yo lo que quiero es que el proceso de paz siga adelante con todas sus consecuencias".

Recogiendo y ampliando el discurso del presidente, Mayor advirtió el pasado lunes: "De la misma forma que un avance profundo en la pacificación significará una política penitenciara más profunda, la coacción, la intimidación a personas, a colectivos, a concejales vascos... conducirá a una política menos profunda, menos sensible". Fuentes de Interior reconocen que "este mensaje" de Mayor "no es gratuito".

El delegado del Gobierno en Navarra, Francisco Javier Ansuátegui, señaló que el recrudecimiento de la violencia callejera demuestra que Jarrai "se les ha ido de las manos" a los responsables del "entorno radical".

El parlamentario navarro y miembro de HB Santi Kiroga calificó de "auténtica barbaridad" que se atribuya a Jarrai el atentado contra el domicilio de un guardia civil.

Para Ansuátegui, la acción contra el agente Paulino C. y su familia, que amenazó la vida de 15 personas que dormían en esa planta, se puede considerar "un acto de terrorismo", más que una "salvajada" de la lucha callejera. El ataque contra la casa del guardia, que pasará a la reserva en abril, provocó graves destrozos en su vivienda y en las colindantes, así como la hospitalización de su esposa, Rosario G.P., de 50 años, con quemaduras en el rostro, y del vecino Francisco O.G., de 62, por inhalación de humo.

El grupo atacante entró a las 3.45 al número 2 de la calle Cildoz, en Pamplona, donde desde hace 25 años residen Paulino C. y su esposa, naturales de Extremadura, y una hija de 24 años. Los atacantes rociaron la puerta con líquido inflamable, apilaron felpudos empapados en gasolina y encendieron tres cohetes pirotécnicos. La explosión derribó la puerta y originó un incendio. Ayer se supo, además, que el pasado martes estalló un artefacto en la escalera de un bloque de la calle Portal de Castilla, en Vitoria, junto al piso de un militar. El artefacto, que contenía pólvora y tornillos, causó escasos daños. En el piso de enfrente vive un militante del sindicato LAB, vinculado a HB. La Ertzaintza no ha determinado contra quién iba dirigido.

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