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Iturgaiz culpa al PNV de "envalentonar" a HB y exige que no se retiren los escoltas

El rebrote de la campaña de insultos y amenazas de simpatizantes de ETA contra cargos electos del Partido Popular ha roto el clima de tranquilidad instalado en Euskadi desde que la banda terrorista anunció la tregua indefinida. Además, se han vuelto a producir actos de violencia callejera, que casi habían desaparecido desde septiembre, como el ataque perpetrado el sábado contra una sucursal del BBV en Bilbao. El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, culpó ayer al PNV de "envalentonar" con sus favores a Herri Batasuna y exigió al consejero de Interior vasco, José Antonio Martiarena, que mantenga la escolta de la Ertzaintza a los ediles populares, cuya retirada está prevista para el próximo día 13.

Iturgaiz, directamente amenazado en los carteles que aparecieron ayer en San Sebastián, no dudó en vincular la nueva campaña contra los cargos electos del PP con los "favores políticos" que, a su juicio, el PNV está otorgando a Herri Batasuna y su marca electoral, Euskal Herritarrok. "Con la tregua hay un nuevo escenario en el País Vasco, pero hay algunos, como el mundo de HB, que en los últimos días se están envalentonando, entre otras cosas por los favores políticos que se les están otorgando desde el PNV", señaló el dirigente del PP vasco a Radio Nacional.La campaña no se ha limitado a los pasquines en los que, bajo la palabra Asesinos, se advertía a los cuatro parlamentarios populares por Guipúzcoa -Ricardo Hueso, María José Usandizaga, María Eugenia García Rico y Arancha Quiroga, además de a Iturgaiz- que "pagarán caro" por su responsabilidad en la dispersión de los presos etarras. Una docena de cargos públicos, entre los que se encuentran varios concejales de San Sebastián e Irún y miembros de las Juntas Generales, también recibieron ayer cartas amenazantes.

Ante esta situación, Iturgaiz exigió al consejero José Antonio Martiarena, que "reconsidere, piense y medite", su decisión de retirar las escoltas a los electos de su partido, prevista para el próximo día 13. "El consejero no se puede cruzar de brazos y la Ertzaintza y los órganos que la dirigen tienen que tener unos dispositivos de contravigilancia y de información para saber lo que va a hacer esta gente", advirtió.

Sabotajes

Según el dirigente popular, es obligación del Gobierno vasco que todos los ciudadanos vivan con comodidad. "Y ni yo ni nadie va a tolerar que se nos diga que el PP, en vez de protestar tiene que ayudar, como dice Martiarena. Nadie puede decirnos eso cuando hemos dado siete vidas y siguen amenazándonos como lo están haciendo", añadió.Pero a las amenazas hay que sumar el retorno a las calles del País Vasco de los sabotajes y actos de violencia, si bien se ha tratado de hechos aislados y de menor intensidad. Ninguno de estos incidentes ha sido condenado por Euskal Herritarrok que, hasta ahora, ha evitado todo pronunciamiento al respecto. El último episodio se produjo la noche del domingo, cuando un grupo de encapuchados atacó con varios cócteles mólotov una sucursal del BBV en Bilbao que quedó arrasada por las llamas.

La campaña de amenazas ha recibido ya la repulsa de otras formaciones políticas. El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, condenó ayer esta "nueva epidemia" y dijo que, desde la legitimidad que le proporciona haber apoyado públicamente el acercamiento de los presos de ETA a cárceles próximas al País Vasco, condena con energía esta nueva campaña de cartas e insultos contra concejales del PP. "Además, no ayudan a propiciar la aproximación de los presos a Euskadi y estas manifestaciones agresivas no se pueden aceptar cuando estamos hablando de paz", añadió.

También fue enérgica la condena del portavoz de Eusko Alkartasuna, Rafael Larreina. El vicesecretario general del partido que va a gobernar con el PNV y con el apoyo pactado de EH, consideró "rechazable y condenable" esta campaña de amenazas que, añadió, hay que ver "con perspectiva histórica" puesto que se produce en el momento en que "este mundo se incorpora a las instituciones", en alusión a la izquierda abertzale. Y advirtió que "EH tendrá que pronunciarse y moverse al cien por cien en el mundo civilizado".

Sin embargo, el parlamentario navarro de HB Patxi Zabaleta cargó ayer en una entrevista en televisión contra Iturgaiz, al que acusó de "tener una postura frentista y contraria al diálogo" y de emitir un mensaje "violento y dirigido a quienes quieren mantener la situación de violencia". Zabaleta agregó, respecto a las declaraciones del presidente del Gobierno, José María Aznar, en las que ligaba la flexibilización de la política penitenciaria al abandono definitivo de las armas por parte de ETA, que Aznar hace "una política ultrarradical porque trafica con los derechos de los ciudadanos presos".

En medios de la izquierda abertzale se considera "una provocación" que el Gobierno no sea receptivo a su demanda de acercar a los presos de ETA, especialmente tras la manifestación convocada por Senideak y respaldada por los partidos firmantes de la Declaración de Lizarra, que se celebró el sábado dos de diciembre en Bilbao.

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