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FÚTBOL- Decimotercera jornada de Liga

El Mallorca sale indemne y sigue líder

Un solitario gol de Dani fue suficiente para derrotar al Betis según su propia medicina

El Mallorca salió indemne del acoso del Betis y mantuvo el liderato de la Liga por tercera jornada consecutiva. Un gol de Dani en el minuto 82 certificó la victoria isleña, conquistada con los mismos argumentos expuestos hasta ahora por los béticos, es decir, triunfo por la mínima y tres puntos al bolsillo.Javier Clemente sufrió la segunda derrota desde que se sienta en el banquillo del Betis. Fue un traspié doloroso para los verdiblancos, que acariciaban el empate a ocho minutos del final. El resultado, además, castiga el empecinamiento de Clemente de sentar a Denilson en el banquillo, cuando con él en el campo el Betis gana en presencia y soltura. Sin embargo, el brasileño no tuvo cabida en el equipo inicial. El fichaje más caro del fútbol español tuvo que contentarse con seguir el partido junto a los suplentes. El terreno de juego del Luis Sitjar, muy blando por las últimas lluvias, parece que no era el escenario idóneo para un artista del balón y sí para obreros del fútbol, según la particular concepción del espectáculo de Clemente.

MALLORCA 1

BETIS 0Mallorca: Roa; Olaizola, Marcelino, Siviero, Miguel Soler; Lauren, Engonga, Ibagaza (Paunovic, m. 67), Stankovic (Soler, m. 83); Dani y Biagini (Chupa López, m. 65). Betis: Prats; Cañas (Ayala, minuto67), Solozábal, Olías; Merino, Luis Fernández, Ito, Finidi, Benjamín (Denilson, minuto52), Fernando (Alexis, minuto 62); y Oli. Gol: 1-0. M. 82. Stankovic ejecuta un saque de esquina, cabecea Marcelino en el primer palo y Dani remacha en el segundo. Árbitro: Juan Antonio Fernández Marín, perteneciente all colegio valenciano. Enseñó cartulina amarilla a los visitantes Merino y Luis Fernández, y, por parte del conjunto mallorquín, a Marcelino y a Engonga. Unos 12.900 espectadores en el estadio Luis Sitjar.

En el otro bando Héctor Cuper no siguió el ejemplo de su homólogo vasco y ratificó en la titularidad a Caño Ibagaza, un jugador menudo pero de gran talento que lo dio todo hasta que fue sustituido por Paulovic.

El choque de trenes, como se calificó el duelo, por sus similares características -todos atrás con salida al contragolpe, marcar si es posible, y de nuevo defender- siguió el guión previsto. El Mallorca se encontró con dificultades para abrir espacios y sufrió una asfixiante presión verdiblanca a partir de la zona ancha.

El equipo isleño juega de memoria porque en cada jornada son los mismos, salvo lesiones o imprevistos. Por eso cuando Ibagaza levanta la vista puede elegir entre el zapatazo interior a Biagini o el pase a los extremos buscando a Stankovic o a Lauren. El problema surge cuando el mediocampista argentino no encuentra esa pausa necesaria para pensar, debido a los marcajes o al exceso de hombres en su zona. Entonces el cortocircuito del sistema balear es de órdago. No conectan sus líneas, pierden la posesión del balón y dejan el juego franco para el rival.

El Betis salió con cinco defensas, dos de ellos -Olías y Merino- pegados a Dani y a Biagini, uno de libre -Solozábal-, cuatro medios y un solo hombre en punta, Oli. Con ese esquema logró equilibrar las acciones en los primeros minutos y dar cierta sensación de equipo que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo. El desparpajo verdiblanco sorprendió a los rojillos, que estuvieron varios minutos sin coordinar sus ideas y a expensas del contraataque visitante.

El Mallorca, con su clásico 4-4-2, fue de menos a más, primero, porque Ibagaza empezó a disfrutar de una libertad de movimientos impensable en los primeros instantes, y segundo, porque Lauren y Stankovic encontraron vías de penetración por las bandas. Antes del minuto 22 los isleños habían creado tres ocasiones que desbarató Prats de forma impecable.

Más preocupado de destruir que de crear el Betis jugó de forma descarada su papel de víctima propiciatoria -no en vano visitaba el campo del líder- y sus salidas hacia la portería de Roa empezaron a ser cada vez más escasas. En toda la primera parte los hombres de Clemente no fueron capaces de hilvanar ni una jugada ofensiva digna de mención. Denilson apareció en el minuto 52 sustituyendo a Benjamín. Bastó la presencia intimidatoria del brasileño para que el Betis volviera a creer en sí mismo y, de paso, sembrar dudas en la zaga local. El equipo de Clemente, al menos, alteró la inercia del partido, y aunque siguió a expensas del ataque isleño controló mejor las acciones.

Cuando el empate parecía inamovible, Dani, siempre con la caña preparada, atrapó un balón en el área y batió a Prats. Fue un castigo insospechado para el Betis, que encajó el gol cuando mejor jugaba.

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