Cansancio físico y mental

Seguimos batiendo récords. Tres jugadores españoles (Carlos Moyà, Àlex Corretja y Albert Costa) han participado en esta edición del Masters, batiendo un récord para el tenis español, que hasta ahora había tenido un máximo de dos representantes en este torneo que reúne a los ocho mejores de cada año. Y en el que no resulta nada fácil llegar a semifinales. Sólo tres veces había logrado el tenis español situarse en esa fase: Manuel Orantes, en 1976 (ganó el torneo); Sergi Bruguera en 1994 (le derrotó Boris Becker). Y Carlos Moyà en 1997 (cayó ante Kafelnikov).Semifinales de ensueño. Tanto Carlos Moyà como Àlex Corretja han sabido aguantar la presión y ofrecernos un recital de tenis. Hay que hacer mención especial a Àlex, que venció al número uno del mundo, Pete Sampras, en un espectacular partido.

Primeros compases. En el primero y el segundo sets, cuando Carlos Moyà estuvo fresco física y mentalmente, el mallorquín desplegó un tenis arrollador y dio la sensación de que el juego de su contrincante, el catalán Corretja, le iba a la medida. Así ha ganado los dos primeros sets con gran autoridad.

Tercer set. En la tercera manga, Àlex, aunque va perdiendo, trabaja al contrincante haciéndole correr de lado a lado y esperando su oportunidad, que le ha llegado cuando Carlos, física y mentalmente cansado, ha fallado alguna pelota de más.

Cuarto set. En el cuarto período, Àlex juega con gran confianza y despliega su mejor tenis. Carlos ya no saca tan bien, y Àlex se aprovecha de ello, lo que le permite ganar el set.

Quinto set. En el quinto, los dos se muestran cansados y cometen algunos errores, y se rompen mutuamente el servicio. Mentalmente los dos son muy fuertes, pero Àlex Corretja lo demuestra más, lo que le hace jugar más sereno y a Carlos más precipitado.

Triunfo épico. Finalmente, Àlex se hace con un triunfo épico sobre un Carlos Moyà que lo ha dado todo. Pero a veces contra Àlex darlo todo no es suficiente.

Gran trabajo del tenis español. Todo el tenis español está de enhorabuena, pero en particular hay que felicitar, primero, a los jugadores, y en segundo término a todos los entrenadores y técnicos españoles que se desviven por sus jugadores y les son de gran ayuda para llegar al máximo de sus posibilidades.