La Real Sociedad y el Zaragoza no hicieron méritos para más
Para la Real Sociedad el gol era una cuestión de tiempo o de un momento de relajación del Zaragoza. Para eso hace falta armarse de paciencia y ser perseverante ante la adversidad. El Zaragoza, en cambio, decidió presionar en el cogote al enemigo persiguiéndole por todas las esquinas hasta arrebatarle el balón y lanzarse al ataque. La Real controló el partido casi siempre, pero el dominio no se tradujo tampoco en muchas ocasiones de gol hasta que el tramo final del partido.El conjunto maño tuvo muy poco el balón en su poder, pero cuando lo poseyó no fue para maltratarlo, sino para rasear el juego con toques cortos sin mucha profundidad. Con cinco centrocampistas acumulados en el campo, el Zaragoza colocó un dispositivo defensivo que empezaba en Milosevic y terminaba en el portero Juanmi. Acaso abusó de la zona y la disciplina que entraña esta forma de jugar premeditada. Sin embargo, forzó la mejor ocasión de gol, un pase envenenado de Marcos Vales a Kily que cortó Loren.
REAL SOCIEDAD 0
ZARAGOZA 0Real Sociedad: Alberto; López Rekarte, Loren, Antía, Aranzabal; Gómez, Jauregi, Kühbauer, De Pedro (Gracia, m. 69); Kovacevic y De Paula (Aldeondo, m. 80). Zaragoza: Juanmi; Cuartero, Paco, Aguado, Pablo; Acuña, José Ignacio, Aragón (Garitano, m. 79), Marcos Vales (Gilmar, m. 90); Kily González y Milosevic. Árbitro: López Nieto, andaluz. Amonestó a Aguado, José Ignacio, Kily González, Pablo, Antía y López Rekarte. Unos 23.000 espectadores en Anoeta.
La Real se esforzó en la interpretación de un monólogo ofensivo alternando momentos de lucimientos con otros de amnesia futbolística. De Pedro protagonizó los primeros y así obtuvo su equipo los mejores rendimientos. Sacó dos centros que rozaron el gol,pero Jauregi y Kovacevic remataron a las manos de Juanmi.
Los bríos que empleó el cuadro donostiarra al comienzo del segundo tiempo agitaron el duelo y lo inclinaron con claridad a su favor, aunque el Zaragoza nunca bajó los brazos. Cuando se estiró hizo daño, como cuando Kily González improvisó un eslalon dentro del área, burló a Jauregi y Loren y cruzó demasiado cuando sólo le quedaba el obstáculo de Alberto. Después López Nieto le ordenó a De Pedro que lanzara un libre indirecto dentro del área a una distancia minúscula (5 metros). Así tampoco supo la Real.
Cuando el juego de la Real Sociedad perdió el dinamismo que tuvo, sin De Pedro sobre el césped y Kühbauer como principal referencia ofensiva, el Zaragoza emergió como el equipo al que le gusta templar y pelotear. Sin embargo, acabó abandonando su rigidez defensiva y permitiendo que la Real condujera todo su peligro a través del contragolpe, ejercicio que domina.
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