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El PSOE reafirmará su autonomismo y evitará la imagen españolista

Ni giro españolista ni deslices nacionalistas, sino "autonomismo constitucional". La dirección del PSOE ha logrado convencer, uno a uno, a todos los dirigentes regionales socialistas para que hoy, en la reunión del Consejo Territorial, no haya enfrentamiento entre barones. La disparidad de opiniones ha aflorado en el partido por la campaña vasca, la declaración de Mérida de los tres presidentes autonómicos del PSOE y los documentos nacionalistas de Barcelona y Estella (Navarra).El responsable de Política Autonómica del PSOE, Ramón Jáuregui, ha conseguido el acuerdo básico en torno a un documento que proclamará la vigencia del modelo autonómico de corte federal aprobado por el PSOE el pasado mes de marzo.

Pero el consenso no evitará el cruce de reproches. A la dirección socialista le resulta inútil tratar de impedir que en los primeros momentos de este Consejo Político Territorial se hable de los tres tenores. La presencia de los presidentes de Castilla-La Mancha, José Bono, Manuel Chaves, de Andalucía y Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Extremadura, en la campaña vasca suscitó cierto malestar en otros dirigentes regionales, quienes consideran que los tres dieron una imagen excesivamente españolista y, en definitiva, perjudicaron a los socialistas vascos.

También pareció un exceso a catalanes, gallegos, canarios y valencianos la llamada Declaración de Mérida, en la que los presidentes autonómicos socialistas reafirmaban su apoyo al actual marco constitucional y estatutario. Sin embargo, la ejecutiva federal les apoyó y no hubo queja de los socialistas vascos por la intervenciones de los tres presidentes, que fueron expresamente llamados por el candidato del PSE-PSOE a lehendakari, Nicolás Redondo Terreros.

Los que consideran que el PSOE estaba envolviéndose en exceso en la bandera del españolismo temieron por el efecto que esta actitud podría tener en sus comunidades, en las que advierten el riesgo cierto de que surja una fuerza similar al bloque gallego, que les arrebate a sus potenciales electores con un discurso nacionalista o regionalista.

Durante toda la semana pasada y hasta ayer mismo Ramón Jáuregui ha hecho todo lo posible para que la reunión de hoy transcurra en paz. Parece que así será, aunque se da por seguro que Rodríguez Ibarra replicará a sus detractores que él se limitó a defender la Constitución y el documento autonómico aprobado por el Comité Federal del PSOE.

El presidente extremeño se siente dolido y es probable que recuerde a sus compañeros críticos que hace mucho tiempo que el PSOE no gana las elecciones en sus respectivas comunidades. El nuevo líder de los socialistas gallegos, Emilio Pérez Touriño, también recibirá algún reproche por haber dado carácter casi de reunión bilateral a su visita al primer secretario de los socialistas catalanes, Narcís Serra.

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Pero lo sustancial está ya acordado. Jáuregui ha lanzado un hilo que va desde Cataluña a Extremadura y parece que ha aguantado bien. El jueves por la noche viajó a Barcelona para preparar la reunión de hoy con Narcís Serra y al día siguiente almorzó con Pasqual Maragall, candidato socialista a la Generalitat.

Las demás entrevistas han sido telefónicas y con intercambio de papeles. Finalmente ha conseguido un borrador de declaración cuyo contenido conocieron de inmediato el secretario general del partido, Joaquín Almunia, y el candidato a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, quienes dieron su visto bueno.

Todos han hecho aportaciones a este documento, que consta de un preámbulo y cinco bloques de propuestas. El PSOE afirmará que los nacionalistas han bajado sus exigencias, según la percepción que tienen de la última reunión de estos partidos, celebrada en Santiago de Compostela (A Coruña).

A ello se aferran para señalar que es posible el diálogo con todos, por lo que propondrán la creación de foros de trabajo para abordar durante el próximo año "la agenda autonómica"pendiente.

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