El PP amenaza a los sindicatos con restarles poder en el Inem valenciano

Serafín Castellano, vicesecretario general del PP en la Comunidad Valenciana, encabezó ayer la oleada de descalificaciones desde el partido en el gobierno hacia la manifestación contra los recortes sociales, la precariedad en el empleo y por la jornada de 35 horas celebrada el jueves en Valencia. Castellano calificó la protesta como política y lanzó una severa advertencia a los sindicatos: "Si hubieran participado en el diálogo social el Instituto Valenciano de Empleo (IVE) sería una realidad, pero tal vez lo tenga que asumir una dirección general".

El IVE es la institución autonómica que ejercerá las políticas activas de empleo cuando sea efectivo el traspaso del INEM a principios de enero del próximo año. La ley de creación del organismo ha sido elaborado con participación de los sindicatos, que agradecieron en su día la buena disposición de la Administración para atender su participación en el organismo. Pero la amenaza vertida por Castellano, portavoz oficial del PP, pone en cuestión la participación de las centrales sindicales en la gestión del nuevo organismo, como está previsto. Castellano empezó por descalificar la manifestación en su conjunto: "Fue política y primaban los intereses políticos sobre los sindicales". Para bromear a continuación en torno a la escasa capacidad de movilización de la oposición en su conjunto. Castellano hizo suyos los cálculos oficiales según los cuales se congregaron 3.500 personas, "10.000 según los más optimistas". Y recordó que los militantes del "PSPV, Esquerra Unida, Nova Esquerra y los liberados de los sindicatos UGT y CC OO suman muchos más". El portavoz popular hizo suya una afirmación confusa: "Ningún ciudadano ha participado en la manifestación". Luego afirmó que la aseveración constituía en realidad un interrogación en torno al éxito de la movilización y se lanzó a un ataque frontal a las centrales sindicales: "Los sindicatos han cometido un grave error y han puesto en tela de juicio su prestigio". "No se puede ir contra la realidad: la situación económica es favorable y la Comunidad Valenciana es la primera en creación de empleo de calidad", añadió. Finalmente centró sus críticas en el principal partido de la oposición: "El PSPV ha querido instrumentalizar a los trabajadores y les ha querido engañar". Diego Such, consejero de Empleo, descalificó la protesta y aseguró que carecía de argumentos "ya que el paro en la Comunidad Valenciana está bajando de forma importante". Such, que entregó el testigo de la organización del Europartenariat al ministro de Comercio austriaco, destacó que la feria ha provocado 30.000 contactos entre representantes empresariales y comentó irónico que la protesta fue un rotundo fracaso y señaló: "Mientras unos hemos intentado enseñar al mundo lo que es la Comunidad Valenciana, con un evento tan importante como es el Europartenariat, otros, desde la impotencia, han intentado mostrar una imagen distinta". Política regresiva Los representantes de FETE-UGT fueron los más contundentes en su respuesta a las descalificaciones formuladas desde el PP y el Consell hacia la manifestación. Ante la insistencia de los populares en identificar a los manifestantes con militantes vinculados a la oposición, afirmaron: "Zaplana no hace gala de tolerancia cuando no acepta la manifestación libre de los ciudadanos contra una política claramente regresiva en aspectos sociales muy importantes". Joan Ribó, coordinador de Esquerra Unida, celebró la "convergencia" de las fuerzas políticas de la oposición y de las centrales sindicales en la reivindicación de la jornada de 35 horas. Ribó destacó que la reivindicación conjunta de la jornada laboral les "aproxima al objetivo", y advirtió que EU será beligerante al respecto ante cualquier pacto político. Pere Mayor, del Bloc Nacionalista Valencià, se sumó al discurso oficial y descalificó la manipulación de la protesta convocada por las centrales sindicales. "Es lamentable que una protesta sindical justificada se convierta en una acción política manipulada que divide la sociedad y a la propias fuerzas sindicales", comentó Mayor. El BNV se había sumado a la protesta pero no fue invitado a compartir la pancarta que abría la protesta.