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Entrevista:

MARTA SÁNCHEZ CANTANTE "Chile es el país donde mejor me han tratado como artista"

Desconocida es el título del nuevo disco de Marta Sánchez (Madrid, 32 años). Incluye una canción de su propia cosecha, Corazón que mira al Sur. Fiel a este propósito, esta hija de un cantante lírico estuvo de promoción en Sevilla. Pregunta. ¿Una entrevista es como una confesión? Respuesta. Es más un psicoanálisis. P. ¿Se siente mejor desde que la bajaron del pedestal mediático? R. Por mí, muy bien. No sé por el bien de otros. Es un acoso que me ha costado mucho; no es fácil salir de ahí. Aunque la gente crea que puede ser atractivo, es muy incómodo sentirte observada continuamente. P. ¿Se sintió perseguida? R. Hoy no hay un solo fotógrafo en los platós de televisión; están en las mansiones, en los chalés, en la playa para ver si cogen a alguien poniéndole los cuernos a otra persona. Si yo me dedicara a salir en la tele por ser hija de, con todos mis respetos para quien lo hace, no podría decir ni mú, pero no vivo de mi nombre ni de mi apellido. P. ¿Era difícil abrirse paso con el Sánchez? R. Tenía mis dudas. Mi padre se cambió su apellido por Campó. En el mundo lírico, Sánchez sonaba simplón, poco contundente. El productor que me descubrió, Jorge Álvarez, pensó que Sánchez era muy español; era muy acertado para el mercado de Ole-Ole, el público latinoamericano. P. ¿Actuó muchas veces en Chile? R. Del extranjero, es el país donde más veces he cantado. Donde mejor me tratan. P. ¿Teme que la campaña contra lo español que ha levantado en Chile la acción judicial de Garzón contra Pinochet merme esa simpatía? R. En el mundo hispano en general hay mucha gente que nunca aceptó muy bien a los españoles. Siguen con la leyenda de que robamos su oro y destruimos su cultura. Allí también hay gente joven, moderna que sabe que las generaciones cambian muchísimo, que saben que yo no tengo nada que ver con lo que le pase a Pinochet. P. ¿Dio Sadam Hussein por perdida la guerra del Golfo cuando la vio cantando en la fragata española?? R. Cantando el tema Soldados del amor me emocioné. Nadie lo notó, pero se me saltaron las lágrimas. P. ¿Se sintió alguna vez sex symbol? R. Ha habido sex symbol que no eran guapas, como Mae West o Marlene Dietricht, a las que se recuerda por su fuerza o su personalidad. Aquello es agua pasada. No estoy en la etapa de ser símbolo sexual de España. P. Su enemigo no era Sadam Hussein, sino Sabrina... R. Eso fue un invento periodístico que a ella le vino muy bien: se hizo popular en España y ganó mucho dinero. A mí no me hizo tanto bien, pero lo tengo superadísimo. De hecho, aquí sigo yo y ella no sé dónde está.

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