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Cinco candidaturas para suceder al decano Suárez

4.100 letrados vizcaínos elegirán el día 12 al nuevo timonel del Colegio de Abogados de Vizcaya

El colegio de abogados de Vizcaya ha sufrido una revolución en la última década. Frente a los 1.500 letrados apuntados hace diez años, ha pasado a sumar 4.100 colegiados, a razón de 350 nuevos profesionales de la abogacía al año. La masificación, el intrusismo, las jubilaciones, el euskera, las relaciones con la Administración de Justicia, las incompatibilidades, la formación, la gestión económica, la asistencia preventiva... . Todo está en los programas de las cinco candidaturas que se presentan a la renovación parcial de la junta directiva. Unos programas que, en muchos aspectos, se parecen como dos gotas de agua. La revolución vivida en esta década en la profesión de abogado en Vizcaya ha influido en que por vez primera sean necesarios todos los dedos de una mano para contar el número de candidaturas que optan al puesto de decano o que, por ejemplo, una mujer se haya animado a dar el paso también por primera vez. Todos los candidatos esperan que, así como los ciudadanos han acudido a las urnas en un momento clave para el futuro de Euskadi, se reproduzca la situación en las elecciones del jueves y se superen con holgura los índices de participación (35%-40%). Toda una etapa se cierra con la salida del decanato de Carlos Suárez.

GABRIEL MARISCALUn renovador del PNV

Gabriel Mariscal, experto en derecho Administrativo y civil, forma parte de la familia nacionalista. Y no lo oculta, tal vez porque considera que esta condición pueda jugar a su favor. A sus 66 años, se ha rodeado de un equipo con el que comparte militancia en la asociación de letrados Rex Pública y muchas ganas de dar un golpe de timón en el colegio. ¿Y dónde pretende hacer ver esa renovación? "En la transparencia de mi acción de gobierno, con una comparecencia trimestral del decano y de miembros de la junta" o con la limitación de los mandatos. O con las cuentas claras al comprometerse a velar por un "estricto cumplimiento de los presupuestos, para que los colegiados no nos veamos obligados a realizar desembolsos extraordinarios". Y si de dinero hablamos aboga por defender los intereses de los colegiados frente a la creciente presión fiscal de la Administración tributaria. Como todos los demás, pretende erradicar el intrusismo y ofrece a los abogados jóvenes buscar nuevos yacimientos de empleo en otros campos profesionales. La manzana de la discordia en la que se ha convertido el uso del euskera en la Justicia ha obligado a Mariscal a defender que hay que implicarse "ya" en ese debate y en caso de conflicto, el colegio debe "proteger el derecho a la defensa y la no discriminación de ninguna de las partes".

JUAN INFANTEGuerra al continuismo

Juan Infante, 47 años y experto en Derecho Mercantil, emplea también con facilidad las palabras renovación, transparencia y, sobre todo, profesionalidad. "Somos ajenos a cualquier grupo político o de presión y tenemos claro que los continuismos no tienen sentido. La etapa de Carlos Suárez ha finalizado". Así de rotundo se muestra Infante. Es la candidatura que presenta más mujeres, "aunque no ha sido algo deliberado ni una cuestión de cuotas", admite. Ve el colegio "casi como una empresa que hay que gestionar de otra manera, con menos oscuridad" Y por eso propone un estudio en profundidad de las partidas de ingresos y gastos -"una auditoría en el buen sentido de la palabra"- y concursos públicos para todo tipo de contrataciones que haga el colegio. Y un turno de oficio más "estricto e igualitario", una lucha sin cuartel contra el intrusismo y una "apertura" de la Escuela de Práctica Jurídica. Asegura que si es elegido sólo estará un mandato porque "hay que llenar de caras nuevas la junta" y promete integrar a todos lo miembros de la junta en un mismo "equipo sólido". En la polémica del euskera, dice que hay "mucha demagogia". Se niega a ser "correa de transmisión" de los que lo utilizan como "arma política al servicio de una estrategia para bloquear la justicia".

EDUARDO ESCRIBANOEl "delfín" de Suárez

Vicedecano con Carlos Suárez hasta estas elecciones, presenta en su pechera el pin del continuismo. Es un especialista en derecho laboralista y, a sus 44 años, cree que no es necesario limitar los mandatos. "En los últimos 12 años han pasado por la junta 29 personas y todas de distintos despachos. Luego continuismo sí, pero bien entendido, no para perpetuarse en el cargo", subraya. Está convencido de que hay que mejorar las relaciones con la Administración de Justicia pero desde el respeto a la figura del letrado. Hay que informar y apoyar "de forma contundente" a los colegiados para buscar soluciones a los conflictos creados entre abogados, jueces, fiscales y demás funcionarios. Como todos, intentará combatir la "masificación orientando a los nuevos licenciados a "buscar alternativas en otras actividades" que no sean el ejercicio tradicional de la profesión. Pretende crear un servicio de abogacía preventiva, como una asesoría que evite así llegar a los juzgados. Dar a conocer el colegio a la sociedad es otro de los objetivos y quiere pasar de dar el 0,7% de los presupuestos del colegio a la cooperación internacional a enviar el 1%. Con el euskera dice que hay que "empujar los planes de euskaldunización. Apoyamos con reservas el documento del Sindicato de Abogados Euskaldunes y la celebración de juicios en euskera".

ANA ISABEL ARCELo prioritario, el colegiado

Es la única mujer que aspira a ser decana. No entiende mucho de marketing, ni de gabinetes de prensa. Y de hecho está medio afónica por utilizar sus cuerdas vocales como método para popularizar su candidatura. A sus 43 años, esta experta en asuntos civiles, laborales y matrimoniales, cree que el colegio "no debe abanderar ninguna línea política". Reivindica la institución como "agrupación gremial alejada de todo trasfondo político". Mucho más preocupada por la masificación -"aunque habría que decir las cosas claras porque lo que hay en esta profesión es mucha pobreza"-, sostiene que "lo primero es el colegiado". Hay que redistribuir equitativamente los recursos, dice, "no podemos separarnos de la realidad y perdernos como ahora en grandes foros europeos, mientras nos olvidamos del colegiado". Cree imprescindible una "financiación del colegio más equitativa" y considera casi una antigualla tanto el "sistema de recaudación como el de gasto". "El gigantismo que ha adquirido el colegio y su proyección como empresa sólo aprovecha el interés de unos pocos y perjudica a la gran mayoría". Defiende en el tema del euskera el sistema de traductores, el respeto al bilingüismo, aunque está convencida de que "no se puede pretender que todos los juicios sean en euskera. El problema no está en la justicia, es social".

PEDRO LUIS OLABARRILa escisión

Pese a que han mantenido varias reuniones con la candidatura que encabeza Escribano, el sector oficial no ha podido más que constar su escisión. "Escribano piensa en claves de pasado y nosotros estamos pensando mucho más en el futuro". Pedro Luis Olabarri, 42 años y especialista en Derechos Mercantil, abandonó la junta hace tres años, tras permanecer en ella dos mandatos. Durante ellos se creó la Escuela de Práctica Jurídica, se modificó el turno de oficio, pero cree que aún "hay que adaptar la abogacía a la realidad social" y, sobre todo "recuperar el papel social del abogado". Y aboga por "comprometernos en el proceso de paz" abierto en Euskadi. En el terreno puramente corporativo, apoya las soluciones extrajudiciales a través de "comisiones conciliadoras y arbitrales". Y pretende contestar a la terrible pregunta de "¿cómo dar trabajo a los 350 nuevos colegiados anuales? a través de un plan de formación ocupacional que abra "nuevos horizontes profesionales". Promete incluso canalizar 300 personas al año a través de convenios con empresas en nuevos ámbitos profesionales. "Somos la candidatura joven, si despertamos a los jóvenes, ganaremos". Defiende abiertamente el trabajo "terrible, en positivo" realizado por el Sindicato de Abogados y aseguran que "el derecho de defensa está por encima de todo".

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