El Madrid culpa al Graz de la suspensión
Lorenzo Sanz cree que el campo no tiene drenaje, pero el partido se anuncia de nuevo para hoy a las ocho de la tarde
El partido Sturm Graz-Real Madrid, de la Liga de Campeones, quedó suspendido a las 20.10 de ayer, 35 minutos antes de la hora prevista para su comienzo, y se disputará probablemente hoy, a las 20.00 (TVE1). Las lluvias habían convertido el terreno de juego en una bañera con fondo de barro, lo que el Real Madrid interpreta como una grave responsabilidad del club austriaco. "No creo que sea un problema de drenaje", declaró anoche Lorenzo Sanz a EL PAÍS, "sino que el problema es que no tiene drenaje". El presidente madridista agregó que su club pedirá responsabilidades al Sturm Graz ante la UEFA.El primero en dar la voz de alarma fue el entrenador del equipo austriaco, Ivica Osim, quien al llegar al estadio comprobó que el césped no se encontraba en condiciones. Poco después compareció la expedición española, y el técnico holandés Guus Hiddink coincidió con su colega. Michel, el ex jugador madridista que comenta los partidos para TVE, también se mostraba alarmado por el estado del terreno. Los dos entrenadores conversaron con el delegado de la UEFA, el luxemburgués Joël Woel, y con el árbitro, el sueco Karl Erik Nilsson. Finalmente, éste decidió, tras tomarse unos minutos, la suspensión del partido.
Según el reglamento de la UEFA, en estos casos se ha de intentar disputarlo al día siguiente. Si tampoco resultara posible, los dos equipos han de buscar otra fecha con el beneplácito de la federación europea.
El estadio del Sturm Graz sólo cuenta con un año de vida, y en tan escaso margen no ha tenido tiempo de aportar antecedentes para una situación así. Tampoco el Madrid había sufrido nunca la suspensión de un partido en competición europea, o al menos ningún directivo lo recordaba anoche.
"Aquí no ha llovido tanto", se lamentaba Sanz. "En el Bernabéu se habría disputado, y la UEFA debe pedir responsabilidades al Sturm Graz. Precisamente ayer hablamos en Ginebra de que en la nueva Superliga europea se deberá exigir a los clubes que tengan calefacción bajo el césped . Ahora yo también pediré que se inspeccionen los terrenos de juego para verificar que disponen del drenaje adecuado". De cualquier forma, Sanz terminó optimista: "El año pasado se nos cayó una portería y fuimos campeones. Tal vez esto de hoy sea un augurio del nuevo título".
La lluvia caída ayer sobre Graz no pareció, en efecto, tan excesiva como para dejar el campo en ese estado. Ya por la mañana se notaba una llovizna, que se intensificó sobre las tres de la tarde. A partir de esa hora no dejó de caer agua hasta que se decidió la suspensión del encuentro. No obstante, el día anterior ya se veía muy pesado el terreno de juego, y ello originó una leve lesión de Panucci, a quien se le clavaron los tacos en el barro. Todos los jugadores comentaron que el césped se encontraba muy desigual, con zonas de barro blando y otras más duras. El utillero del equipo dedicó largo tiempo tras el entrenamiento a quitar el barro de los tacos.
El Real Madrid ya no tenía anoche habitaciones en su hotel, y hubo de desplazarse 70 kilómetros para hallar cobijo. "Era imposible que el balón rodara", dijo Mijatovic. Y Seedorf: "Esto no nos alterará la concentración". Y el entrenador rival: "Jugar con el campo así habría perjudicado más al Madrid, porque son más técnicos". Y remachó Popovich, del Graz: "Aquí sólo se podía jugar al waterpolo".
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