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La compañía Fila Siete presenta su versión "intensa y rápida" de "Ricardo III"

Realizar una adaptación de una obra de William Shakespeare sin que el resultado tenga nada que ver con el teatro clásico es la difícil tarea asumida por el director estadounidense John Strasberg con la puesta en escena de La tragedia del rey Ricardo III, pieza que esta noche se representará en el Teatro Principal de Vitoria. Con un reparto encabezado por José Pedro Carrión, María Luisa San José, Cristina Marcos y Xabier Elorriaga, la obra huye de los patrones tradicionales del "teatro clásico, muerto, aburrido y sin interés" para mostrar "de forma más humana y moderna" los acontecimientos relatados por Shakespeare. De acuerdo con estos parámetros y según destacó Carrión, quien encarna al rey Ricardo III, la versión es la primera que consigue comprimir la tragedia en dos horas y media de duración. Producida por la compañía Fila Siete, la obra ha sido ya representada, con gran éxito de público, en once ciudades españolas como Málaga, Madrid, Logroño, Avilés y Gijón. El equipo espera llegar a las 200 funciones con esta adaptación. Definida como "un espectáculo rápido e intenso", la adaptación de Strasberg introduce serias modificaciones sobre el texto original. Los 40 personajes que aparecen en el drama del escritor inglés han quedado reducidos a 29 y estos son interpretados por sólo once actores. Frente a esta síntesis, el director ha añadido una nueva figura, la de la joven Isabel, que con su matrimonio con Enrique VII une las casas de York y Lancaster. Para Strasberg, la reducción de los personajes y la asunción por pocos actores de varios papeles es la forma de "mostrar que en el ciclo vital, cada época pretende cambiar y avanzar, pero en realidad nuestras conciencias permanecen igual, al margen de que los rostros y los nombres en la historia sean distintos". Comicidad Pese a sentimientos tan negativos como la avaricia, la corrupción y la mentira y hechos como el asesinato, el fratricidio y la guerra, la obra no está exenta de comicidad. Los actores incidieron en esta característica de la versión de Strasberg que "incluso provoca carcajadas en el público". Para el director, sin embargo, los momentos cómicos de su texto no son una invención, sino que la propia obra de Shakespeare "desprende una enorme comicidad". Strasberg reflexiona en el texto que presenta la obra: "Después de todo ¿acaso el continuo espectáculo que ofrecen los hombres que desean poder político y su forma de utilizarlo no es una terrible comedia?". Se trata en definitiva de "una obra patética, pero cómica a la vez, como la vida misma", incidió la actriz Cristina Marcos. La paradoja de presentar un clásico como La tragedia del rey Ricardo III en forma de teatro moderno no es tal para el actor principal. Avalado por sus compañeros de reparto, Carrión destacó que "el argumento de la obra sigue vigente" y señaló a las innumerables series de televisión "que relatan luchas familiares por el poder". Insistió en que "actualmente quien quiere hacer un buen guión tiene que acudir inevitablemente a Shakespeare y él mismo hubiera sido ahora un gran guionista cinematográfico".

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