FERNANDA DE LA FIGUERA PRESIDENTA DE ARSECA "Ganaremos la batalla del cannabis"
Fernanda de la Figuera (Madrid, 1943), preside desde hace casi dos años la Arseca, asociación andaluza que lucha por eliminar la prohibición del cultivo del cannabis y sus derivados. Córdoba acogió la primera convocatoria cannábica masiva de la Arseca, La bella Flor. Médicos, abogados, expertos en Internet, jardineros, músicos y simpatizantes debaten y celebran la experiencia. Pregunta. Aunque el tráfico de cannabis está perseguido en España, el consumo -que no lo está- existe. Pero lo que se vende es un sucedáneo donde se mezcla otros productos que pueden ser tóxicos. ¿Por eso defienden el autocultivo de marihuana? R. Defendemos el derecho como consumidores a proteger nuestra salud de un producto que está adulterado por los mecanismos del mercado negro. Pero sobre todo es un problema de defensa de la libertad individual totalmente amparado por la Constitución. P. ¿Cuál es el objeto de las concentraciones y manifestaciones? R. Fomentar el asociacionismo entre consumidores y cultivadores, promover alternativas para que nuestras plantaciones no sean expoliadas por las Fuerzas de Orden Público, ser punto de encuentro para profesionales y personas interesadas en buscar soluciones racionales a los problemas derivados de la prohibición... Y, claro, agradecer a la madre tierra los dones que nos otorga con una fiesta de la cosecha, como se hace desde la noche de los tiempos. P. ¿Sería bueno que consumidores de hachís diesen un paso al frente? R. Nos gustaría que estos encuentros sirvieran para tomar conciencia entre ciertas clases dirigentes de que no todos los drogotas son unos pasaos. Hay que romper un par de estereotipos. P. Están convencidos de ganar... R. Ganaremos la batalla del cannabis. Hace unos días un funcionario de la administración, que no es consumidor, me reconoció: "Ésta es una causa perdida que tenéis ganada". P. Usted ganó un juicio donde se le acusaba de cultivo ilícito de marihuana. Su sentencia fue celebrada en los sectores progresistas de la judicatura. Pero ahora vuelven las condenas. R. Eso demuestra la independencia de criterio de los jueces. Casi siempre se sobreseen las causas; otras veces se castiga, pero poco, con un talante político y salomónico. Si absolvieran siempre abrirían la veda. Las sentencias condenatorias no se refieren normalmente a cultivos para el autoconsumo. Eso sí, hay que saber defenderse ante los jueces; ése es uno de nuestros propósitos: enseñar a la gente a defender sus derechos. P. ¿Puede Andalucía convertirse en punta de lanza de la normalización? R. Al contrario. En otras zonas de España se toleran mucho más las conductas cannábicas que aquí, donde la relación con el tráfico de otras drogas ha distorsionado la imagen del consumidor de cannabis.
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