Sacchi dice que el mal del Atlético es psicológico y de difícil solución

Arrigo Sacchi cree tener localizados los problemas del Atlético, ese extraño virus que le lleva por la temporada de sobresalto en sobresalto, de la esperanza al resbalón. Se trata, sostiene el entrenador, de una cuestión psicológica de los jugadores. Lo peor es que el propio técnico reconoce que se trata de un mal de complicada solución: "No es fácil el arreglo. Si fuera una cuestión del pie, se puede resolver con rapidez; si fuera física, también. Pero corregir un problema de la cabeza es más difícil de conseguir. No veo más solución que el entusiasmo y el esfuerzo de todos"."Este equipo", añadió, "está entrenado para el movimiento, la agresividad, la velocidad, la colaboración... Pero lo que nos hace fallar es un hecho psicológico. Este equipo no está acostumbrado a tener que soportar una tensión fuerte durante tres partidos seguidos. No hay continuidad, somos un equipo de tres caras: una internacional, otra para la Liga en casa y otra para la Liga fuera".

Sacchi liberó ayer de cualquier responsabilidad en la crisis rojiblanca a su sistema táctico: "Todos los sistemas pueden ser criticados. Pero si el sistema es bueno el martes, no puede ser malo el domingo. Sobre todo cuando ha sido desarrollado por los mismos jugadores".

En lo que sí insistió el técnico italiano es en afirmar que el Atlético no puede repetir actuaciones como las del encuentro frente al Mallorca: "Hay que adquirir mentalidad. Tenemos un objetivo claro. Y se puede aceptar una derrota, pero nunca como lo hemos hecho nosotros. Se puede perder, pero siempre con dignidad".

Revolución

Sacchi hizo ayer este breve análisis -un monólogo, sólo aceptó una pregunta- tras el entrenamiento matutino del equipo. En el ensayo, el técnico dio pistas sobre la revolución que se avecina. Tres jugadores -Santi, Roberto y Valerón- tienen todas las papeletas para perder el puesto el próximo domingo ante el Alavés: Aguilera, Mena y Juninho se pronostican titulares.José Mari reconoció que no hace otra cosa desde el domingo que pensar en lo que le sucede al Atlético, pero no encuentra muchas respuestas: "No se ve una explicación que se pueda palpar. Pienso que es un problema de actitud. Nos comportamos de una manera en el Calderón y de otra fuera. En Mallorca dimos una imagen pésima. Lo que está claro es que si en casa damos el cien por cien, fuera tenemos que dar el 150 por ciento".

Lardín tampoco está muy seguro de que los problemas del equipo se hallen localizados. "Supongo que sí", dijo, "pero es el entrenador el que debe descifrarlos, comentarlos con la plantilla y rectificar. Las explicaciones deben quedarse para el vestuario y asumirlas con tranquilidad. Yo no sé a qué es debido, pero lo evidente es que no tenemos regularidad. Nuestra imagen cambia de un día para otro. Y viene siendo habitual desde la pretemporada. Jugamos un día bien y otro mal. Y no creo que sea cuestión del sistema, porque todos lo tenemos claro".