Izquierda Unida teme repetir los malos resultados en futuros comicios
Izquierda Unida lo que teme de verdad es que la tostada vuelva a caer sobre el lado de la mantequilla. Cosa que, por cierto, suele ocurrir con harta frecuencia. Los comicios en Euskadi han sido lo que han sido: una desgracia para Izquierda Unida-Ezker Batua. Pero queda la pregunta: ¿se repetirá el fenómeno en otras elecciones? A toro pasado, ya no vale ni el capotazo ni la autocrítica por mucha tradición comunista que tenga.Y eso que ayer fue la autocrítica y el flagelo lo que llenó en buena medida la reunión de la Presidencia Federal, que duró desde las once de la mañana hasta las cuatro de la tarde.
De 43 asistentes, 37 intervenciones. En su mayoría, críticas. Unas, las menos, contra el fondo del discurso; otras, las más, contra el método, contra la forma. Luego, a la hora de votar, sólo cuatro votos en contra y dos abstenciones: las de Franco González y Alonso Puerta. Se puede estar en contra, pero, al final, la votación parece demostrar que no hay alternativas al discurso de Julio Anguita.
Para el líder de IU, todo se resume en que su mensaje "es difícil de llevar a la gente". "No podemos resumirlo en un eslogan", se lamentó. ¿No es responsable, entonces, IU? Lo es. Por no haber sabido explicar su discurso. "Ha habido un fallo organizativo. Y sólo hay un camino: el de la explicación, el de la agitación en su sentido más noble. Y a los compañeros de Euskadi se les recomendará que sigan en el mismo discurso", dijo Anguita.
Mensaje y votos
Al margen de la abrumadora votación a favor de las tesis del coordinador general, ayer todo el mundo en la Presidencia Federal se palpaba, con cuidado, la ropa. Más que temor, hay pánico a que los resultados de Euskadi terminen siendo un aviso para próximos comicios. Los buenos mensajes, los discursos éticos, no ganan votos, dicen en IU. "Habrá que defender esas tesis, pero tenemos que pensar cómo llegamos a los votantes, que son, al final, los que deciden".Tampoco es que Anguita rechace esa cuestión. Pero no tiene claro cómo responder a ella. Ayer reconocía que sólo hay dos caminos para acercarse al electorado: a través de los medios de comunicación y a través de los propios medios de cada uno. El primer camino lo considera perdido. Incluso, aun con suavidad, no excluía una cierta responsabilidad de la prensa en la tergiversación de su discurso. El segundo es más complicado porque IU no tiene los medios necesarios para tener sus propios medios. Un problema.
La única solución, en su opinión, es continuar en la "agitación", en el trabajo militante y de cada afiliado para explicar las propuestas de IU.
Pero ayer, en la Presidencia, había miedo al futuro. Y, si se mira hacia Euskadi, la verdad es que no es para menos.
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