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Entre la tradición ágrafa y la universidad

"Hace unos años, pocos, cuando me preguntaban si iba a facilitar o apoyar el camino para que mis hijas estudiaran se me enredaba un temblor de piernas y un dolor de estómago", cuenta Ricardo Borrull, profesor y miembro de la Asociación de Enseñantes con Gitanos. Borrull recuerda que la duda siempre desembocaba en un conflicto de posicionamientos: "Uno, como maestro gitano que cree en la promoción de nuestro pueblo, y eso pasa inexorablemente por la escuela. Y otro, como padre que no quiere que sus hijas sufran -porque hemos sufrido- para llegar a terminar una carrera". La vida de un joven caló universitario transcurre, por tanto, entre un paralelismo: el de la vida familiar gitana, dentro de casa, y el de la vida escolar y de diversión paya. "Te estás enriqueciendo, pero no sabes qué hacer con ese capital", explica Ricardo, "y lo que es una riqueza se vuelve un problema, un gran problema de identidad". Cuando un gitano termina la carrera, está convencido de que su deber es poner sus conocimientos al servicio de su comunidad, pero "su gente" -"y me refiero a los gitanos que no son de tu familia", dice- lo ven, las más de las veces, como un gitano apayado. "Vas mamando poco a poco un complejo de inferioridad de ser gitano en el mundo payo y de ser universitario en el mundo gitano". Esta imagen gráfica narra a grandes rasgos la inquietud común que comparten los apenas 20 gitanos que hoy en día estudian en las universidades en la Comunidad Valenciana. No obstante, a este ejercicio de contricción, de autocrítca, arriba descrito por Borrull y compartido por la tercera generación de gitanos [los que tienen entre 18 y 20 años], la realidad externa, la de la mayoritaria sociedad paya, no parece tan encaminada a la revisión y a desdeñar los estereotipos y prejuicios que, aún hoy, persisten en la sociedad valenciana sobre el mundo gitano pese a los 500 años de convivencia que se cumplen desde su llegada la Comunidad. De ello da buena cuenta el primer estudio integral, pueblo a pueblo, familia a familia, sobre La escolarización de los niños gitanos en el País Valenciano, realizado por el sociólogo Pepe Cabanes. "Conozco el caso de una chica que estudia Magisterio en la Universidad de Alicante, la cual tiene la piel muy oscura, y para que no la discriminen por ser gitana le dice a todo el mundo que es sudamericana", explica Cabanes; o el caso del estudiante de FP tiene que oir cómo en los pasillos del instituto se le señala con el dedo y le dicen: "Éste es gitano". Ambos casos no son excepciones. Para Jesús Salinas, con más de 20 años de trayectoria docente con gitanos y organizador del congreso que empieza hoy en la UIMP, "la situación de los gitanos en las escuelas es la misma que la de sus padres en la sociedad: es una situación de rechazo y marginación". Y en so tiene mucho que ver, precisa Salinas, dónde están escolarizados. Pese a reconocer "avances magníficos" en la última década, donde se ha pasado del 57% de escolarización de niños gitanos al actual 90%, la tendencia a la concentración y al aislamiento por zonas y tipos de colegios persiste en la visión de la Administración y de la sociedad. Doble vía escolar "La cuestión de la doble vía escolar, colegios públicos y privados, afecta de forma signficativa a la escolarización de los niños gitanos, sirviendo en gran número de localidades como filtro utilizado por familias de niñoz payos para que sus hijos no coincidan en un mismo colegio con los gitanos", afirma el informe de Cabanes. Mientras en 1984 el 11% de los gitanos en el País Valenciano estaba escolarizado en centros concertados y el 88% en colegios públicos; en 1994 el porcentaje de niños gitanos en centros concertados había descendido al 7%, mientras se elevaba al 94% la escolarización en la escuela pública. "En la privada", coinciden Salinas y Cabanes, "la ausencia de niños gitanos es total". Como lo deja claro la directora de un centro privado en Valencia, cuando a pregunta expresa del sociólogo a la directora del centro, ésta respondió con malos modos: "¿Es que usted no sabe dónde ha llamado? ¡Esto es un colegio privado. Aquí no vienen gitanos!". Para Salinas "la LOGSE es una pieza clave para la integración de todas las culturas. El problema reside en su aplicación".

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