Jarni, goles de cartabón
Para Robert Jarni, el césped es como una hoja de papel en blanco sobre la que dibuja las líneas por las que tienen que rodar sus balones. Su trazo es tan perfecto que podría pensarse que corre por la banda izquierda con un cartabón en la mano. "Me gusta marcar, pero si tuviera que elegir me quedaría con las asistencias. Me gusta dar goles a mis compañeros".
Jarni rompió el miércoles su costumbre de buscar uno. La renta fueron dos goles, el primero de una precisión espectacular. "El truco está en observar mucho al portero. Desde que comienza el partido siempre estoy pendiente de sus movimientos, tanto cuando está parado como cuando tiene el balón. También hay una norma elemental para nosotros los zurdos. Los porteros siempre tienden a tirarse a su izquierda, por eso yo busqué el otro palo". Ése fue el truco de Jarni en el quinto gol de Madrid al Sturm Graz, un zurdazo en carrera. "En mi primer gol, disparé con el exterior del pie, con los dedos en tensión; además reconozco que tengo un tiro muy pontente". Jarni achaca su precisión a la experiencia y a una habilidad innata. "No sé como lo hago pero casi siempre pongo el balón donde quiero".
Sus compañeros no escatimaron el miércoles los piropos. Los más sonoros, los de Mijatovic: "Hizo un partidazo pero no me sorprende. Yo sé de lo que es capaz". Hiddink, a quien no le gusta personalizar en su análisis de los partidos, esbozó una sonrisa para hablar de Jarni. "Cuando pedí en verano que se le contratara ya sabía que podía hacer esto".
Jarni se ha ganado un sitio en el equipo. "No se lo he puesto difícil al técnico, al contrario: se lo he puesto fácil. Ahora sabe que puede contar conmigo".
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