Sufrido empate de la Real en el Madrigal

Un resultado que hizo justicia a medias. Por ilusión y ganas, el Villarreal mereció más que su rival, que salvó un punto en circunstancias adversas, fajándose casi todo el partido con un hombre menos.

Hubo una jugada que lo marcó todo. Corría el minuto 26 cuando Moisés y Antía forcejeaban por el esférico en el borde del área de la Real. El delantero cayó al suelo y el árbitro señaló una supuesta falta y mostró al defensa vasco la cartulina roja al interpretar que era el último defensor. Con un hombre menos, la Real cedió la iniciativa, montó una acerada defensa y buscó el contragolpe. Seis minutos más tarde, De Pedro culminó una magnífica contra de Idiakez.

La Real se abrigó y al Villarreal, con 60 minutos por delante, le aparecieron las prisas. Tras la reanudación, se suicidó la Real, que quiso asegurar su exigua ventaja acumulando hombres alrededor de Alberto. Y le salió bien a medias. El Villarreal asedió por completo a su rival, más aún con la entrada de Alfaro, que una vez más fue el revulsivo. Y Díaz el goleador (ya suma tres tantos consecutivos).

El equipo de Irulegui dominó completamente el juego en el tramo final, arrinconó a la Real, pero no halló ningún agujero. Bern Krauss lo vio tan mal que retiró a De Pedro, el único que seguía al acecho del gol en la Real.