Los guías turísticos inician una huelga por los criterios de acceso a la profesión

La principal actividad económica de la región está obteniendo excelentes resultados pero algunos de los que han participado en este nuevo año histórico del turismo no están satisfechos. Los guías turísticos andaluces iniciaron ayer una huelga indefinida con la que reclaman que se modifique la prueba requerida para conseguir el carné profesional. Las asociaciones profesionales rechazan que cualquier diplomado universitario pueda presentarse al exámen y piden que se recupere la figura del guía en ruta.

Los guías andaluces tenían ayer una cita en los Reales Alcáceres de Sevilla. Esta vez, sin embargo, no enseñaron sus jardines a una obediente comitiva de visitantes. Unas 300 personas hicieron sonar sus silbatos de protesta y desplegaron varias pancartas -"Carnés regalados, no"-. "En el último exámen convocado en Granada aprobaron 71 de los 75 que se presentaron", argumentó Miguel Campos, presidente de la federación andaluza de asociaciones profesionales. La concentración de guías profesionales en Sevilla fue el pistoletazo de salida para una huelga "que durará lo que la Consejería de Turismo quiera". La federación no está de acuerdo con varios aspectos recogidos en la norma autonómica de 1997, que obliga a los guías a pasar un exámen en cada provincia en la que quieran ejercer la profesión. "Se debería exigir la titulación específica de técnico de empresas turísticas y no cualquier diplomatura", expuso Campos. Criterios consensuados Los guías quieren que los criterios para dar el carné profesional sean consensuados en cada provincia por la asociación profesional y la correspondiente Delegación de Turismo. Campos pidió a la Junta "que no convoque exámenes cada dos años, sino cuando el sector lo necesite". El presidente de la federación teme que "dentro de unos años haya 1.000 guías pero muchos en el paro". La exigencia de pasar pruebas provinciales para ejercer en toda la región provocó, a finales de septiembre, la protesta -200 guía se encerraron en la catedral-, de la asociación profesional de informadores turísticos de Málaga, que quería evitar que les quitaran "derechos adquiridos". Primero se negaron a pasar el exámen de su provincia, luego llegaron a un acuerdo con Turismo para hacer algunas pruebas. "Ha sido un regalo", se quejó Campos.