El 'club de los 12' reta a la UEFA
Los grandes equipos quieren negociar por su cuenta los beneficios de la Superliga
Doce de los principales clubes europeos decidieron ayer formar un frente común en el proyecto de renovación de las competiciones europeas lanzado la pasada semana por la UEFA. En una reunión que se celebró ayer en Milán, el grupo de los 12 puso una serie de condiciones al modelo de Superliga decidido por el organismo europeo. Esta competición quedaría integrada en su fase final por 32 equipos, divididos en seis grupos. Algunas Ligas, como la española, estarían en disposición de contar con cuatro equipos en dicha competición. La respuesta de la UEFA no se hizo esperar. Su secretario general, Gerhard Aigner, dijo que se sentía satisfecho con el mensaje de los grandes clubes europeos. "La predisposición de la UEFA a una cooperación constructiva ha quedado demostrada desde hace tiempo". Pero añadió: "Si los clubes quieren estar más involucrados en la organización de las competiciones, también tendremos que hablar de responsabilidades. Desde hace tiempo, sólo la UEFA ha asumido el riesgo financiero".La maniobra inicial de la UEFA, que surgió como contestación a la idea del grupo privado Media Partners, se interpretó en varios cuarteles como el deseo de contar con la adhesión de la denominada clase media del fútbol frente al poder de los grandes clubes europeos.
La contestación de los clubes ha sido rápida. Una semana después de la decisión de la UEFA, varios de los principales equipos europeos se reunieron en Milán para fijar una postura común. En las conversaciones participaron Madrid, Barcelona, Milan, Juventus, Inter, Manchester United, Liverpool, Bayern de Múnich, Borussia Dortmund, Ajax, Olímpico de Marsella y Oporto. Entre todos ellos han conseguido 58 títulos europeos.
La intención de estos clubes era formar un amplio frente con dos características. La primera nace de la voluntad de formar un grupo de notables con capacidad de interlocución frente a la UEFA. La segunda surge de las dificultades de relación con el máximo organismo del fútbol europeo. En los grandes equipos del continente se considera que la UEFA actúa en régimen monopolista, sin atender a los derechos de los clubes sobre el reparto de los beneficios y la adecuación de los derechos televisivos.
En la reunión de Milán se acordó la redacción de una carta destinada a la UEFA. En la misiva se solicita la apertura inminente de negociaciones entre las dos partes, lo que supone una novedad en las relaciones de poder en el fútbol. Si la UEFA aceptase las condiciones de los clubes, se reconocería la existencia de una casta de privilegiados. A este grupo de notables se añadirán con probabilidad otros dos equipos: el París Saint Germain y el PSV Eindhoven.
La cumbre de Milan traspasa la pelota al tejado de la UEFA, que deberá responder por separado a una serie de clubes que han participado en las negociaciones para configurar una gran Liga europea al margen del máximo organismo del fútbol continental. El grupo de los 12 no está dispuesto a mantenerse bajo la actual relación de poder, claramente beneficiosa para los intereses de la UEFA.
El problema está provocado por la gestión y el reparto del dinero que hace la UEFA en la Liga de Campeones y en la próxima Superliga. "La Liga de Campeones genera 426 millones de francos (unos 42.500 millones de pesetas), de los que sólo 209 (unos 21.000 millones de pesetas) llegan a los clubes", declaró Adriano Galliani, vicepresidente del Milan.
Los participantes en la reunión consideran que hay partes demasiado oscuras en la gestión del dinero por parte de la UEFA y que ha llegado la hora de que los clubes se involucren en la gestión de los beneficios que genera la Liga de Campeones.
"Sólo pretendemos defender nuestros intereses frente a la UEFA. Si no atiende a nuestra solicitud, nos mantendremos abiertos a cualquier opción", señaló ayer el presidente del Madrid, Lorenzo Sanz, en una clara alusión a la oferta de Media Partners, la entidad privada que desea reunir a los principales equipos de Europa en una Superliga al margen de la UEFA. Sanz mostró su entusiasmo por los resultados de la reunión. "Se ha puesto la primera piedra del futuro del fútbol", declaró el presidente madridista.
El Barcelona estuvo representado por su vicepresidente Josep Lluís Núñez Navarro, quien abundó en la línea del resto de los presentes en la cumbre de Milán. "Está claro que los clubes no reciben el dinero que generan", manifestó. Sanz, como Galliani y Roberto Bettega (vicepresidente del Juventus), coincidieron en señalar que el nuevo modelo de la UEFA tiene interés para ellos, pero volvieron a quejarse de la ausencia de propuestas concretas por parte del organismo, refractario a ceder la más mínima cuota de poder. Sin embargo, cada vez que los grandes clubes se han movido, la UEFA se ha visto obligada a hacer concesiones. Al amparo de esta realidad, los doce están convencidos de que pueden conseguir nuevas ventajas, y sobre todo ventajas singulares como integrantes de un grupo de poder.
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