_
_
_
_
_
Reportaje:

Un equipo contra natura

Van Gaal enfada a medio Barça con los cambios de posición

Àngels Piñol

Líder de su grupo y máximo realizador en Europa y tercero en la Liga. El Barça encara el curso con optimismo pero no reina precisamente la paz en el vestuario azulgrana. Obsesionado con su sistema, obcecado con su libreta, Louis Van Gaal aplica un incensante baile de posiciones que ha acabado por marear al equipo. Llegan otros tiempos. Ya nadie se calla. Luis Enrique empezó diciendo que no era feliz jugando de lateral, Rivaldo le siguió afirmando que estaba cansado de jugar de extremo, y Giovanni culminó la escalada reivindicativa manifestando que prefiere el banquillo a -dio a entender- hacer el ridículo fuera de su sitio. Éstas son las quejas más representantivas. Giovanni. Van Gaal le situó de organizador, por delante de la defensa, tras la lesión de Celades. Pero el brasileño no se siente a gusto. Quiere jugar de media punta o más cerca de la portería. Sin el aliciente este año del Mundial, el brasileño ha apostado fuerte. Tras ser suplente el último día ante el Valencia -Van Gaal optó por Xavi, el canterano- Giovanni admitió que prefiere quedarse en el banquillo a jugar en un puesto que le obliga sólo a defender. El holandés no acepta gestos de indisciplina y lo pagará caro. El curso pasado, Giovanni marcó ocho goles; uno de ellos ante el Zaragoza, que supuso la Liga.Rivaldo. Está asqueado de jugar de extremo, donde dice que no rinde. Zenden, ahora suplente, no le ha liberado de su particular pesadilla. Aburrido de la cal, Rivaldo vuelve a sufrir la tortura de hace un año. Precisamente, el Barça explotó la temporada pasada cuando Van Gaal le dio libertad de movimientos. Rivaldo había marcado en 1997, a estas alturas del curso, cinco goles. En éste lleva uno. El que logró en Mestalla. No quiso celebrarlo, porque dijo que había jugado mal.

Luis Enrique. Empezó de delantero y pasó a ser lateral. Tanto en Manchester como en Madrid, el Barça reaccionó cuando el asturiano reforzó el centro del campo. "A veces, también me gusta divertirme jugando al fútbol", dijo. Actuando de defensa, Luis Enrique pierde su mejor virtud: la llegada. Hace un año había marcado cuatro goles (al final de la Liga, 18). En éste, ninguno. Quizás presionado por el debate surgido -"esto no me ayuda", dijo en su día-, Van Gaal le situó en la medular ante el Valencia.

Reiziger. El único holandés que ha alzado la voz ( Zenden dijo ayer que jugaría hasta de portero). Reiziger sostiene que es lateral y dice que no sabe ser central. Fue suplente ante el Brondby, pero en Valencia ocupó su demarcación preferida. Queda la duda de si Van Gaal le perdonó o si fue por la baja del nigeriano Okunowo, con su selección. Al igual que Zenden, Cocú acata las órdenes de Van Gaal, pero ha actuado ya hasta de central zurdo. Más curiosa es aún la situación de Anderson y Kluivert, que se reparten la titularidad en la Copa de Europa y la Liga sin rechistar.

Busquets. No tiene ni dorsal y ayer dijo que quería irse.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_