"Las discográficas no tienen valor para apostar por cosas nuevas"
Comenzó a juguetear con las cuerdas de una guitarra cuando tenía trece años. La curiosidad le acercó al blues, el rock, el pop e incluso a la música clásica. Cuando tenía 20 años inició su carrera profesional como músico y empezó a tocar con gente como Luz Casal, Miguel Bosé, Antonio Vega, Rosana y Cómplices, entre otros. Pero se impuso el deseo de sacudirse las limitaciones que cercan a un músico a sueldo y empezó a rumiar su primer disco. Así surgió Transparente, el primer trabajo de Pedro Andrea (Madrid, 1967). El guitarrista acudió a Almería para presentar los once temas con los que inicia su andadura en solitario. P. ¿Cómo surge la idea de grabar este primer disco? R. Yo llevaba muchos años tocando al servicio de otros artistas y por eso decidí buscar un margen de libertad superior al que tienes cuando eres un músico a sueldo. El disco surge principalmente por ese deseo de libertad. P. ¿A quién pretende llegar? R. Este trabajo trata de captar la atención de dos públicos diferentes. Por un lado va dirigido a todos aquellos guitarristas que estén interesados en nuevas técnicas, pero también está pensado para las personas a las que les gustan las melodías pero que no tienen ningún interés por las nuevas aportaciones. P. ¿No le inquietaba que esa libertad que buscaba fuese limitada por las discográficas? R. El disco se grabó antes de encontrar una discográfica que lo editara, precisamente porque quería tener plena libertad. Al final se editó gracias a Miguel Bosé y está producido por mí y por José Luis Crespo. P. ¿Cree que resulta muy difícil para la gente que empieza encontrar la confianza de una discográfica? R. Sí, es un mundo duro. Hay gente que cree que la imaginación de los artistas se ha agotado. Pero no es así. Existe una gran creatividad, lo que no hay es el valor por parte de las discográficas para apostar por cosas nuevas. Prefieren algo que se parezca a Alejandro Sanz, por ejemplo, porque saben que es algo seguro antes que apostar por un estilo nuevo. P. Y el público, ¿cree que se deja llevar también por las directrices que marcan las discográficas? R. La saturación que provoca el repetir cientos de veces la misma fórmula tiene una ventaja y es que público de paladar más exquisito se harta. Eso les lleva a esforzarse por buscar corrientes nuevas de aire fresco en historias que antes quizás ni siquiera les interesaban. P. ¿Ayuda el haber tocado con artistas que ya tienen un nombre? R. Cuando empiezas eres un don nadie. Si te acoges al nombre de gente que ya es alguien eso puede ser un anzuelo porque te hace reconocible. Por otra parte, también hay mucha gente que se fija en el currículum, aunque eso después no sea definitivo.
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