El Villarreal se ensaña con el Salamanca
El grupo de Irulegui convierte en goleada su primera victoria en la categoría
La primera victoria en Primera del Villarreal resultó espectacular. Pasó por encima del Salamanca, que no dijo ayer ni mu en su paso por El Madrigal. Mucho entusiasmo, pequeñas dosis de calidad y alta efectividad fueron ingredientes suficientes para doblegar a un plañidero Salamanca, que llegó sacando pecho tras su victoria ante el Deportivo y salió escaldado. En el partido entre semejantes, el Villareal ganó por actitud. Es decir, si el Villareal estuvo a verlas venir en las tres anteriores jornadas, todos detrás del balón para nada (tan solo cazó un punto), el equipo de Irulegui se decidió ayer a atacar y de una tacada sacó tres puntos.Al final, los técnicos siempre recurren a los buenos jugadores: García Sanjuán, por ejemplo, que conectó perfectamente con Alberto, otro de los peloteros, quien retrasó su posición y ejerció de organizador. Resultado: tres puntos, mayor posesión del esférico, incremento del dominio, peligro en la meta contrario y Palop, el meta local, inédito.
VILLARREAL 5
SALAMANCA 0Villareal: Palop; Pascual, García Sanjuán, Robert; Imanol, Arregi, Albelda (m. 68, Gerardo), Díaz (m. 73 Prats), Alberto; Craioveanu (m. 63, Alfaro) y Moisés. Salamanca: Stelea; Edu Alonso, Leo Ramos, Lanna, Lupidio; Marinescu (Munteanu, m. 51), Giovanella, Rogerio, Vellisca; Cardetti y Silvani. Goles: 1-0. M. 20. Craioveanu, de lanzamiento de falta directa. 2-0. M. 53. Craioveanu cruza el balón ante la salida de Stelea. 3-0. M. 58. Antonio Díaz, de disparo raso. 4-0. M. 81. Alfaro, tras una falta. 5-0. M. 90. Alfaro, desde el borde del área. Árbitro: Medina Cantalejo. Amonestó por el Villareal a Craoiveanu, Moises, Díaz, Imanol y Alfaro. Por el Salamanca, a Marinescu, Lupidio y Rogerio. Unos 12.000 espectadores en el Madrigal.
El Villareal anduvo desorientado en los primeros minutos. El partido estuvo durante largo rato en tierra de nadie, pero, en el caos, el que se introdujo de lleno fue el Salamanca, que no entró en ningún momento en el ritmo del choque. Y mucho menos en la última media hora, cuando el equipo amarillo le pasó por encima. Era el vendaval amarillo.
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