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NE cuestiona el modelo tecnocrático de ciudad y aboga por democratizar la gestión urbana Noguera, del PSPV, dice que a Valencia le falta "alma" y le sobra especulación

Cristina Vázquez

Las ciudades se tienen que ir adaptando a un nuevo modelo de convivencia y dar mayor participación a las mujeres para hacerse más habitables. Esta es la conclusión a la que se llegó ayer en Valencia en las jornadas de debate organizadas por Nova Esquerra, en las que se cuestionó la concepción "androcéntrica" de la ciudad y se abogó por una profundización democrática de la gestión del espacio urbano. La socialista Ana Noguera, invitada a las jornadas, afirmó que Valencia es una ciudad "desarticulada" a la que le faltan valores de convivencia y le sobra "urbanismo agresivo".

Cristina Almeida, diputada de Nueva Izquierda, asistió ayer al acto de clausura de las jornadas Ciutat: femení i plural, en las que se puso el acento en la necesidad de dar una mayor participación a la mujer, para mejorar la calidad de vida urbana. Almeida afirmó que el nuevo modelo de relación tiene que tener su espacio en las ciudades, que hasta ahora se habían hecho sin contar con el sexo femenino, y criticó el salario ofrecido por el Gobierno de Eduardo Zaplana a las amas de casa con ancianos a su cuidado, "para tenerlas contentitas, en lugar de crear centros de día y facilitar su atención". La abogada Ángela Sierra, eurodiputada de Esquerra Unitària Europea, criticó la planificación urbanística orientada hacia el crecimiento y dijo que la especulación urbana conduce a un modelo de ciudades tecnocráticas en las que no se da cabida a la participación ciudadana, debido al concepto de rentabilidad económica del espacio. La portavoz del Grupo socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Ana Noguera, definió a Valencia como una ciudad "desarticulada, ruidosa, difícil para el paseo, con escasos espacios verdes y donde el urbanismo es agresivo y especulativo". A juicio de Noguera, se está construyendo una ciudad individualizada, donde se consigue que cada uno se encierre en su casa, y sin tener en cuenta que la incorporación de la mujer al trabajo se va a ir complicando por la falta de servicios. "Si conseguimos crear una ciudad para los niños, habremos garantizado el desarrollo futuro de esa ciudad", concluyó. Desde Nova Esquerra, Mila Belinchón agregó que el actual modelo urbanístico "no responde a las necesidades de los niños, los ancianos y las mujeres". La diputada incidió en la necesidad de crear un nuevo modelo de ciudad que permita una relación armoniosa entre sus habitantes y comience por el reparto de tareas dentro y fuera del hogar. "La noche también es nuestra, debemos poder caminar por la calle sin temor", añadió. La coordinadora de las plataformas Salvem el Botànic y La Punta, Pilar Massó, destacó la capacidad organizativa de las mujeres para liderar los procesos de cambio, mientras Ester Alonso, de la Casa de la Dona, y Carmen Muñoz, de la Asociación de Jóvenes del Movimiento Vecinal, abogaron por revitalizar los barrios, dejar de considerar marginal a la periferia y fomentar las campañas de igualdad y el asociacionismo. No faltaron las referencias a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, de quien se dijo que sus valores ideológicos "obsoletos" priman sobre su condición de mujer. Cristina Almeida hizo mención también al aborto y a las medidas aprobadas por el Gobierno para proteger a la mujer de los malos tratos. Sobre el debate en torno al cuarto supuesto para la interrupción voluntaria del embarazo dijo que "no prosperó por unos intereses políticos comprados a los nacionalistas sin tener en cuenta a las mujeres". Respecto de lo segundo añadió que "es necesario que el maltrato psicológico sea recogido en el Código Penal".

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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