Los suecos no entienden a los españoles
A los suecos les da la sensación de que al equipo español le falta disciplina y orden. Ellos no entienden muy bien, por ejemplo, que cuando llegan a la pista para entrenar se encuentren con Carles Moyà, Luis Miguel Morales, el preparador físico del mallorquín, Josep Perlas, su entrenador, y José Antonio Conde, uno de los técnicos del equipo español de Copa Davis, jugando al fútbol-tenis en la pista en vez de practicar el tenis."A ellos eso les parecen bobadas", contaba ayer a Javier Duarte, entrenador de Àlex Corretja, un aficionado chileno instalado en Suecia desde hace 20 años y vinculado al equipo sueco por el hecho de que su hijo ha sido seleccionado por la Federación sueca de tenis para integrarse en una de sus selectivas escuelas integrales. "Aquí la gente está obsesionada con el orden y la disciplina. Y todo lo que se aparte de esa línea se entiende mal".
"Eso es una cuestión de caracteres", le respondió Duarte. "Nosotros hacemos nuestro trabajo lo mejor posible, pero después buscamos fórmulas para que los jugadores se olviden de la tensión". Corretja prefiere relajarse y estar tranquilo en el vestuario o en el hotel. Pero Moyà ha adquirido el hábito de jugar al fútbol tras los entrenamientos del equipo español. Normalmente, forman dos equipos de dos personas cuyo terreno de juego queda limitado por la línea de saque. El objetivo es pasar la bola al otro lado de la red, sin que dé más de tres botes.
Este es un buen sistema no sólo para distraerse, sino también para ultimar la preparación física. Manuel Santana, el capitán español, observaba divertido el pasado jueves desde la grada el desarrollo de uno de esos partidos. Incluso ayer por la mañana, el entrenamiento acabó con fútbol-tenis. "Aquí", prosiguió el aficionado chileno, "todo se plantea con mucha seriedad. Desde niños se realiza un trabajo psicológico con los jugadores para que puedan soportar bien la presión".
La Federación Sueca de Tenis cuenta con tres centros de formación integral repartidos por el país, en cada uno de los cuales incorpora anualmente a los 14 jugadores de 16 años más destacados. Allí permanecen tres años (hasta los 18) gratuitamente. Por tanto, el plan incluye un total de 126 jugadores, que siguen estudiando y cuentan con algunos de los mejores entrenadores de tenis del país.
"Eso es bueno", explica el padre de uno de estos jugadores. "Pero hay cosas que la federación sueca debería copiar de la española. Por ejemplo, la proliferación de circuitos satélites que hay allí. Aquí los jugadores deben viajar para lograr puntos ATP. Y eso le cuesta dinero a la federación y a nosotros, los padres".
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