Grandezas y miserias

JAIME ESQUEMBRE No les falta razón a quienes critican a las cámaras de comercio por actuar como sucursales encubiertas del poder conservador. La de Alicante acaba de editar una publicación a la que tan sólo le faltan las siglas y algunas gaviotas revoloteando en los márgenes para ser identificada como propia del partido que lidera Eduardo Zaplana. Grandes proyectos en la provincia de Alicante, lleva por título el librito, tras cuya lectura sólo cabe concluir que, antes del PP, existía la nada más absoluta. Tan es así que incluso se cometen errores de bulto en lo que a fechas se refiere, como cuando se data en 1997 el inicio de las obras de revitalización del casco antiguo, cuando en realidad éstas comenzaron en la etapa del ex alcalde Ángel Luna. Cierto es que los socialistas acometieron el proyecto sin entusiasmo y sin dinero, pero tampoco se ha detectado mejora alguna con los populares. El barrio está hoy como siempre. Apuntalado. El libro se marca el propósito de aportar una "primera aproximación" del impacto económico que los proyectos del PP pueden ejercer sobre el sistema productivo de la provincia. Ríanse ustedes de las bodas de Canaán ante la abundancia que nos espera. La retahíla de miles de millones que se aportan invita a soñar con este trozo del mapa llamado a convertirse en un paraíso terrenal sin parangón en el mundo conocido. Por ejemplo, tendremos tantos museos, rutas y yacimientos recuperados que necesariamente precisaremos importar visitantes para alcanzar una mínima rentabilidad social a las instalaciones. Y qué decir del desarrollo de infraestructuras, con tantas carreteras, autovías, autopistas y líneas de alta velocidad que casi nos forzarán a presentar alegaciones para evitar que invadan nuestro comedor. Todo ello bien aderezado con programas punteros de calidad ambiental, agua en abundancia, eliminación de residuos, recuperación de parajes y senderos ecológicos, que proliferarán por doquier. Y tres guindas: Terra Mítica, Ciudad de la Luz y Palacio de Congresos. El acabóse. Despierten. Es propaganda electoral. Aire.